Entrevistas
“Cada vez son más frecuentes las plataformas que ponen el foco en la comunidad”

Entrevistamos a Roberto Hernández Soto, profesor de la Universitat Oberta de Catalunya – UOC, y experto en formación corporativa, con foco en la implantación de programas de de alto impacto y complejidad tecnológica, educativa y organizativa.

 

(@americalearning) El especialista español reflexiona sobre la incidencia y aprovechamiento de las plataformas colaborativas en los proyectos de e-learning, la incorporación de la realidad aumentada a proyectos formativos apoyados en tecnología, las claves para desarrollar una tutoría virtual efectiva, los desafíos que plantea el extended learning y las cuestiones que debe tener en cuenta una empresa antes de seleccionar soluciones tecnológicas para dar soporte a un proyecto de formación corporativa.

 

Asimismo Roberto Hernández Soto describe los logros más destacados de la formación virtual, los desafíos que enfrenta en el 2012, las perspectivas de mercado que está manifestando la modalidad y sus innovaciones más destacadas.

 

¿Qué incidencia tienen actualmente las plataformas colaborativas en los proyectos de e-learning? ¿Y cuál es el aprovechamiento que usted les daría en el marco de iniciativas de formación online?

Roberto Hernández Soto: Las funciones de comunicación y colaboración siempre han estado presentes en los LMS tradicionales, con más o menos protagonismo y con más o menos sofisticación tecnológica. Ahora bien, la orientación de estas plataformas estaba centrada en el contenido, generalmente, desarrollado o adquirido mediante licencias, antes del comienzo de una actividad formativa. Por esta razón, uno de los puntos fuertes que solía proyectarse era la capacidad de las herramientas para trabajar con paquetes SCORM.

Con la aparición de fenómenos como Twitter, Slideshare  o Wordpress (por citar algunos ejemplos), el usuario ha tomado el control sobre la generación y difusión del contenido y, lo que quizás sea más importante, sobre cuáles son sus fuentes y sus referentes para profundizar en el conocimiento de aquellos temas que le son relevantes.

Este es un cambio sustancial basado en la capacidad del usuario para ser parte activa en todo este proceso. El foco se desplaza del contenido predefinido a la comunidad.  El valor, por tanto, está en la capacidad de las plataformas colaborativas para conectar personas, intereses, motivaciones, experiencias o conocimientos y facilitar la obtención de beneficios mutuos tanto de la propia comunidad, como de cada uno de sus miembros.

El usuario busca, por tanto, conectar, interaccionar, colaborar y compartir con otras personas. Y otorga valor tanto a la propia relación en sí misma, como a los resultados (más o menos tangibles) que obtiene.

En la medida en la que las plataformas colaborativas sean capaces de satisfacer estas nuevas expectativas del usuario, incluyendo la posibilidad de interconexión entre las propias plataformas, estarán sentando las bases para convertirse en imprescindibles para millones de personas.

En la industria del e-learning, cada vez son más frecuentes las plataformas que ponen el foco en la comunidad y, por tanto, cada vez más se diseñan pensando en facilitar la comunicación, la interacción, el intercambio y la colaboración de las personas y la generación y gestión de contenidos dentro de la propia comunidad.

Desde el punto de vista de su utilización, las plataformas colaborativas son entornos perfectos para dar soporte a distintos tipos de comunidades (de aprendizaje, de Práctica, grupos de trabajo o investigación, etc.) tanto en entornos institucionales como en iniciativas en abierto.

 

¿Qué análisis puede realizar del creciente interés por incorporar la realidad aumentada a proyectos formativos apoyados en tecnología?

La realidad aumentada contribuye a dar significado al mensaje y a amplificar la experiencia del usuario. Ayuda a dar contexto al mensaje, a profundizar, a matizar o a ampliar los puntos de vista sobre un contenido, pero también, nos permite situar al usuario en el centro de la escena, lo que hace que la experiencia tenga una extraordinaria fuerza emotiva, ya que le hace partícipe de ella.

Por ejemplo, el nivel de interactividad y de participación es completamente diferente al ver una imagen del aparato circulatorio y un texto explicativo en un libro de texto, que al acercar un smartphone o un tablet al papel y que se muestre una animación en 3D sobre su funcionamiento. ¿Y si capturamos la imagen de un monumento en una visita cultural y podemos acceder a información sobre el o compartir nuestra opinión con otros visitantes? ¿Y si hacemos una foto de una cordillera, señalamos los picos y otros elementos de paisaje y la compartimos a través del foro o la wiki del aula?

Estos y otros muchos usos de la realidad aumentada muestran su potencial para conectar con la experiencia y con los intereses del usuario y nos sirven para entender buena parte del interés que genera su uso en múltiples contextos educativos.

 

¿Cuáles son las claves para una tutoría virtual efectiva en tiempos donde los proyectos de e-learning incluyen plataformas colaborativas, realidad virtual y live learning, entre otras innovaciones?

En primer lugar, algo que es imprescindible para todos los implicados, en este caso para los docentes, es formar parte activa de la cultura digital. Esto implica no solamente el manejo instrumental de la tecnología sino, sobre todo,  entender las bases de comportamiento y relación en un entorno que tiene sus propios códigos. Por ejemplo, ante una petición de ayuda de un estudiante es preferible una respuesta inmediata del tipo “Soy consciente de la situación. En cuanto tenga una solución, la comentamos”, que una brillante respuesta tardía con una solución maravillosa. En el primer caso, el estudiante sentirá la presencia de alguien que le escucha y que le atiende y, en el segundo caso, probablemente el estudiante ya no estará para recibir la respuesta.

Por lo tanto, primera clave: conocer el medio en el que se desarrolla la docencia y formar parte de él, de manera activa.

Otro aspecto que el docente debe tener en cuenta es que las expectativas del estudiante  están cambiando.

El estudiante está inmerso en un ecosistema en el que la información, la opinión y el conocimiento son cada vez más sociales, de manera que está acostumbrado a seleccionar sus fuentes, valorarlas y contrastarlas con su visión personal y con la visión de otras personas de su confianza. Por tanto, esta cuota de actividad y de participación es una demanda cada vez más común por parte de quién aprende y esto es algo que debe tener muy presente el docente.

Para conectar con el estudiante, además de su condición de experto en un determinado área de conocimiento, el docente debe procurar detectar y entender las necesidades, intereses y motivaciones del estudiante para generar un entorno adecuado en el que cada cual pueda desarrollar su talento de manera activa.

El docente debe generar un entorno de confianza y facilitar la colaboración y esto es algo que no se puede delegar en otras figuras como los dinamizadores o los gestores de la comunidad. La dinamización, la motivación, la orientación o el acompañamiento dentro del aula y con un sentido académico son tareas inherentes a la función docente y esto es algo que deben tener claro tanto el docente como las instituciones educativas. Es importante distinguir esta función docente, de otras funciones que puedan existir y que estarán más enfocadas a diversos aspectos de la relación entre el estudiante y la institución educativa.

 

¿Cuáles son los logros más destacados del e-learning en los últimos tiempos?

Es evidente que el e-learning no es ajeno a las restricciones económico-financieras que están afectando prácticamente a todos los sectores pero, a pesar de las dificultades, la industria sigue creciendo y evolucionando.

En esta evolución han tenido una influencia decisiva factores de carácter sociotécnico y sociocultural como, por ejemplo, la mejora de la tecnología y de las condiciones de acceso y, sobre todo, el incremento de las posibilidades de aplicación de la tecnología en la vida diaria, lo cual aumenta también las oportunidades de las personas para hacer un uso significativo de las TIC. Estos elementos, si bien no tienen que ver estrictamente con el e-learning, son condiciones necesarias para su desarrollo y evolución.

En este sentido, la mejora de las infraestructuras de red (todavía no suficiente en el caso de la red móvil), la extensión progresiva de los dispositivos móviles en el ámbito personal (fundamentalmente Smartphones y Tablets) y la extensión cada vez mayor de los servicios de banca electrónica, comercio electrónico o administración electrónica, facilitan el uso cotidiano de la tecnología en prácticas que proporcionan valor para las personas.

Esta integración progresiva de la tecnología como una parte más en la vida diaria de los ciudadanos permite, en un primer momento, aprender a usar los dispositivos, las aplicaciones, las redes, los canales y los espacios digitales; sin embargo, más allá de lo instrumental, la tecnología termina por promover una actitud activa, creativa y a veces innovadora, que ayuda a las personas a ser parte activa de esta sociedad que cambia, que evoluciona y que lo hace de la mano de la tecnología y, sobre todo, del uso que se hace de ella.

Estos últimos han sido un par de años de importantes novedades tecnológicas dentro de la industria del e-learning. La aparición de Blackboard Analytics, la versión mobile de la plataforma Blackboard (Blackboard Mobile Learn), el software mLearning Studio, la versión en la nube del software de creación de contenidos de geomanaging e-doceo, o la versión de Adobe Connect Mobile 1.5 para Apple iOS, han sido algunas de ellas. También destacan otras herramientas como el software cloud-based de creación de contenidos Prezi (que, aunque apareció en 2009, ha alcanzado los 15 millones de usuarios en 2012).

Como se puede apreciar, las novedades tienen que ver con el rumbo que está tomando el e-learning y en el que destacan tendencias como la creciente vinculación de la formación con la estrategia de negocio, la movilidad, los contenidos y servicios en la nube y el uso de las web conferences en las actividades de formación.

En el desarrollo del e-learning dentro de la formación corporativa, hay dos ámbitos que últimamente están cobrando una gran relevancia: las Universidades corporativas y aprendizaje informal y el uso de las redes sociales en los procesos educativos.

Las Universidades corporativas, cada vez están más presentes tanto en clientes corporativos como institucionales y se apoyan en el fuerte desarrollo de tecnologías diseñadas para alinear formación y resultados de negocio.

El potencial de las redes sociales en formación se vio reflejado en los casos de aplicación que presentó, la consultora GEC en Expoelearning 2011, y que son ejemplos claros de cómo se pueden utilizar redes sociales, blogs o share tools para poner el aprendizaje informal al servicio del negocio. Un año atrás, el estudio sobre “El estado del arte de la Formación en España 2010” de la Fundación élogos y el IESE Business School destacaba que, “pese a que redes sociales como Linkedin o Twitter, están cada vez más consolidadas entre los profesionales, no estaban siendo utilizadas como apoyo a los procesos de formación”. Esto demuestra la rapidez con la que la tecnología entra en nuestras vidas y puede transformar la cultura, los valores, los conceptos compartidos, los procesos y los resultados de una organización.

Hay otras dos tendencias de las que se viene hablando desde hace varios años, que últimamente han experimentado aumento muy importante en cuanto a su presencia en la red, y que cada vez están más presentes en la práctica educativa diaria: la realidad aumentada y los Serious Games.

Como ejemplo de la aplicación práctica de ambas tendencias, se puede consultar “Augmented Reality in Education and Training” y Games: Serious and Social, que son sendas recopilaciones de Dianne Rees (@Callooh) en las que se presenta una extensa variedad de recursos, experiencias, proyectos o documentación muy interesantes sobre el uso de la Realidad Aumentada y de los Serious Games en la educación y la formación.

Todos estos rasgos que han caracterizado el mercado del e-learning permiten mirar al futuro con optimismo y con la seguridad de que estamos ante un fenómeno que seguirá cambiando la forma de aprender y de enseñar, de concebir y organizar la formación y de promover el cambio y la innovación en el plano personal y colectivo.

 

¿Qué desafíos está enfrentado el e-learning en 2012?

El e-learning es una realidad educativa característica de la Sociedad de la Información y del Conocimiento que hace un uso intensivo de la tecnología y que tiene un gran potencial para transformar el aprendizaje, la docencia, la gestión educativa, los contenidos y materiales educativos o la investigación en educación.

En los últimos años, ha habido un enorme desarrollo de la tecnología aplicable a la educación y a la formación y, sin duda, seguirá siendo así en el futuro. En este momento hay ejemplos muy solventes de plataformas y gestores de contenido, aplicaciones de comunicación y colaboración, entornos de socialización del conocimiento (necesarios para crear comunidades y redes), o aplicaciones que sitúan a la formación en un plano estratégico dentro de las organizaciones al vincular sus resultados con los objetivos institucionales. Y todo ello soportado por infraestructuras cada vez más sólidas y dispositivos cada vez más potentes y sencillos de utilizar.

Sin embargo, con el nivel de desarrollo tecnológico actual, el desafío del e-learning en éste 2012 (y seguramente a medio plazo) será el aprovechamiento de las posibilidades educativas de la tecnología. Y este es un problema ligado más a los diseños educativos, a las metodologías, a la utilización de los recursos o a los sistemas de evaluación y transferencia de los aprendizajes a la vida personal y laboral. En otras palabras, la tecnología está avanzando mucho más deprisa que el uso real que se hace de las TIC para generar una verdadera innovación en la educación y en la formación.

En este sentido, la industria del e-learning debe entender mejor las necesidades de los usuarios y enfocar las soluciones con un punto de vista más creativo, más innovador, más centrado en aprovechar la tecnología para transformar el aprendizaje, la docencia o la propia gestión de la formación. Con demasiada frecuencia, el uso de la tecnología reproduce en versión digital aquello que ya se hacía con tecnologías analógicas o en la educación a distancia tradicional o, incluso en un aula presencial ordinaria.

La combinación de m-learning, contenidos y servicios en la nube, redes sociales y otras herramientas del universo 2.0 abren un abanico de posibilidades desconocidas hasta ahora para la personalización del aprendizaje y el aprendizaje social.

Uno de los grandes desafíos del e-learning es, por tanto, transcender el concepto de educación a distancia o de mero canal que permite el acceso y la distribución de contenido sin limitaciones de tiempo ni de espacio o el ahorro de costes. No hay duda sobre la capacidad del e-learning para hacer esto, pero el reto está en aplicar la tecnología a la educación, no para luchar contra la distancia, ni tratar de competir o imitar la presencialidad, sino para producir soluciones educativas que permitan a los usuarios mejorar su capacidad para acceder, codificar, procesar, compartir o construir conocimiento en entornos mediados por las TIC. No olvidemos que estas son competencias clave en una sociedad como la actual basada en la tecnología y en el conocimiento.

En definitiva, la propuesta de valor del e-learning debe basarse en ofrecer mejoras cualitativas en cualquiera de los ámbitos de aplicación (aprendizaje, docencia, gestión de la formación, etc.) y en cualquiera de las modalidades (incluyendo distintos grados de presencialidad).

Si la tecnología permite al usuario crear contenidos, publicarlos en su blog, en Twitter, en redes profesionales (abiertas o corporativas), contrastarlos con otras fuentes o con otros profesionales, obtener valoraciones en tiempo real, etc., aprovechemos estas oportunidades. El punto de partida debe ser el usuario y su capacidad para generar conocimiento (no solo para consumir información) utilizando la tecnología. Este es el enfoque que hará del e-learning una solución realmente útil para personas que viven y trabajan en un entorno cambiante que requiere una actitud activa y un uso efectivo de las TIC.

 

¿Qué perspectivas de mercado está manifestando el e-learning en 2012?

Las previsiones de crecimiento del mercado del e-learning en 2012 y siguientes se mantienen al alza con algunas variaciones según las fuentes, los países y los sectores de referencia.

Después de una década en la que las predicciones hablaban de incrementos exponenciales y del e-learning como un nicho de mercado considerado emergente, la realidad ha demostrado que el crecimiento ha sido continuo, sostenido y que el periodo de evangelización está dando paso ya a un periodo de madurez.

La industria del e-learning ha pasado ya la travesía del desierto que supone:

(1) depender de la inversión pública y privada para el desarrollo de las infraestructuras y los dispositivos que actúan como soporte y canal para el e-learning;

(2) atraer a inversores que han generado una oferta de proveedores cada vez mayor;

(3) desarrollar las tecnologías, los contenidos y los servicios imprescindibles para aportar valor al cliente;

(4) renovar paulatinamente el enfoque de la formación promoviendo la eficiencia y la vinculación con la productividad, la competitividad, la innovación y el desarrollo sostenible;

(5) entender las necesidades reales de los usuarios y acompañarles en el proceso de vencer las inercias e incertidumbres lógicas acerca de un cambio tan radical en la manera de entender la formación y los medios que se utilizan para desarrollarla.

Ha sido un camino largo, complejo, lleno de fracasos y de lecciones aprendidas. Después de diez años, estamos ante un punto de inflexión que debe llevar al e-learning a capitalizar toda la experiencia acumulada y todo el esfuerzo de quienes han participado en este apasionante viaje, en el que quizás lo importante no sea tanto adónde hemos llegado, sino lo que hemos aprendido por el camino.

En definitiva, las condiciones son muy favorables e insisto en que el crecimiento del mercado del e-learning debe apoyarse ahora más que nunca en aprovechar el potencial educativo de la tecnología. Esto requiere dejar de considerar a las diferentes modalidades educativas como competidoras o como productos sustitutivos. Esta es una discusión estéril. Simplemente la tecnología estará presente en diferentes grados, con diferentes propósitos y en diferentes contextos (con diferentes grados de presencialidad).

Quizás sí haya que continuar con el esfuerzo de acompañamiento al usuario para eliminar algunos mitos y centrar el valor del e-learning en su capacidad para promover el cambio en los sistemas de aprendizaje (que muy probablemente se extenderán también a otros ámbitos personales y laborales). A partir de aquí la imaginación, la creatividad y la capacidad de innovación de los proveedores a la hora de extraer el potencial educativo de las TIC, serán cruciales para la maduración y el desarrollo del mercado del e-learning.

 

¿Cuáles son las innovaciones más destacadas del e-learning?

Hasta el momento, la pauta generalizada para introducir el e-learning ha sido a través de cursos contratados bajo licencia a los que se accede mediante una plataforma y que normalmente incluyen algunas actividades prácticas y, en algunos casos, un apoyo docente muy básico. Este modelo suele limitar la formación a una unidad cerrada, que tiene lugar en un tiempo determinado y que se desarrolla a través del producto que hemos adquirido.

Este modelo, basado en la transmisión de información seleccionada y elaborada por expertos, era más adecuado y podría ser válido, en un entorno socioeconómico estable. Sin embargo, la situación actual es cambiante y compleja. Esto requiere modelos de formación más abiertos, generativos y, por tanto, capaces de producir conocimiento a partir de unos materiales de base, de otras fuentes complementarias y, sobre todo, de la interacción y la colaboración. No olvidemos que la mayor parte del aprendizaje en las organizaciones es informal (80 %) y que, sin embargo, la mayor parte del presupuesto de formación se aplica al aprendizaje formal (también el 80 %).

El problema no es tanto el contenido, ya sea de catálogo o a medida, sino del uso que se le dé. El contenido, como otros materiales educativos y como la tecnología, es un recurso, una parte más en el proceso de aprendizaje y debe apoyarle pero, en ningún caso, debe identificarse con el proceso en su conjunto.

Por supuesto, la formación basada en el contenido seguirá siendo válida pero, al mismo tiempo, creo que deberíamos avanzar en la línea seguida en los últimos meses por consultoras como élogos, GEC y otras, poniendo un mayor énfasis en el aprendizaje informal y social, la comunicación, la participación o el desarrollo de comunidades de aprendizaje y de práctica. El aprendizaje informal nos permite abrir enormemente el abanico de posibilidades al aprendizaje permanente (sin limitarlo a periodos concretos), pensando en aprovechar el conocimiento que existe en las organizaciones y el potencial de las personas para generarlo y compartirlo.

La innovación en 2012 debe consistir, por lo tanto, en un salto cualitativo hacia diseños formativos rigurosos que incluyan una visión organizativa, estratégica y social del conocimiento. Esto permitirá a las personas compartir y aprender en un entorno de confianza y a las organizaciones crear un marco común en el que el aprendizaje informal y la formación corporativa oficial ayuden a conseguir los objetivos institucionales.

Desde el punto de vista de las lógicas de negocio, el e-learning debe evolucionar desde las lógicas de producto (que siguen las reglas clásicas de producción, marketing, ventas, distribución, etc., aplicadas al conocimiento como bien de consumo) hacia las lógicas servicio basadas en entender las necesidades del cliente y diseñar experiencias de aprendizaje que le aporten valor añadido (la consultoría, el acompañamiento o el coaching asociado a la formación son elementos decisivos en este modelo).  Este enfoque, basado en el conocimiento como servicio, permite al cliente participar en el diseño y desarrollo de las soluciones y, por tanto, relacionar la formación con la productividad y la competitividad.

Desde el punto de vista de los proveedores, esto tiene implicaciones decisivas en cuanto a su competitividad ya que los servicios son difícilmente reproducibles por la competencia y, por tanto, generan importantes ventajas competitivas, además, sostenibles en el tiempo.

 

¿Cuáles son a su criterio las soluciones tecnológicas más innovadoras de mercado en este momento (puede ser propietarias o de código abierto) y por qué?

El abanico de posibilidades tecnológicas para desarrollar proyectos de formación corporativa en este momento es enorme. Sin embargo, cuando se habla de innovación es relativamente frecuente que se identifique con novedades que aparecen en el mercado y que realmente no aportan nada sustancial respecto a las que ya existen.

En el caso de la formación corporativa, más aún, si cabe, que en otros ámbitos formativos, la introducción de la tecnología debe aportar valor y este tiene que ver con la mejora de la productividad y la búsqueda de ventajas competitivas.

Desde este punto de vista, hay una tendencia en el mercado de los Learning Managment Systems (LMS) hacia el análisis de los datos generados en los entornos formativos con aplicaciones de inteligencia de negocio lo que permite integrar la formación en la mejora organizativa. Blackboard Analytics , es un buen ejemplo ya que permite integrar la gestión de la formación, con la política de recursos y humanos y con el área financiera de la institución.

En la generación de contenidos, la búsqueda de la eficiencia está dando cada vez más importancia al llamado Rapid Learning. Aplicaciones como Articulate  permiten generar, a partir de un documento Power Point, un contenido multimedia (con animaciones y locuciones sincronizadas, por ejemplo) y empaquetado en SCORM en un tiempo muy reducido.

Recientemente ha aparecido mLearning Studio, de Rapid intake, un software especialmente diseñado para generar contenido para dispositivos móviles. En este tipo de tecnologías, destaca también Adobe Air  que es un entorno de desarrollo que permite crear aplicaciones independientes (no necesitan un navegador) que funcionan en diferentes dispositivos y plataformas. Además de ser compatible con los Sistemas operativos de dispositivos móviles como Android BlackBerry Tablet OS e iOS, es compatible con televisores, lo cual abre extraordinariamente las posibilidades de aplicación de esta tecnología.

Otro entorno de desarrollo de Adobe es Flash Media Server  que permite generar plataformas de comunicación en tiempo real a la medida de cada organización. Es posible, por ejemplo, generar un espacio para reuniones en el que se puede determinar el número usuarios y las herramientas que tienen disponibles (además de la videoconferencia pueden tener un chat, una Wiki, una pizarra electrónica o un espacio para compartir archivos). También se puede diseñar un espacio de comunicación unidireccional, por ejemplo para conferencias, sesiones informativas, etc. Otra funcionalidad muy  interesante es la posibilidad de compartir el escritorio para facilitar procesos de asistencia técnica.

En lo que se refiere a aplicaciones de libre uso (aunque también hay versiones de pago), hay una que resulta especialmente interesante porque permite generar contenidos muy bien estructurados y dinámicos, accesibles vía web. Se trata de Prezi. Esta aplicación se puede utilizar, por ejemplo, en actividades en las que se pide al alumno una información estructurada y sintética sobre un artículo, un material didáctico o las ideas aportadas durante un proceso de debate. Prezi también puede ser especialmente interesante para las presentaciones comerciales de productos y servicios.

De todas formas no debemos olvidar que vivimos en un entorno cambiante, y la solución que hoy es innovadora no lo va a ser en un plazo de tiempo muy breve. Por ello, es necesario pensar en la sostenibilidad y en la capacidad de evolución de una tecnología a la hora de tomar una decisión. En este sentido los entornos de desarrollo, en este caso hemos comentado dos de Adobe, son especialmente adecuados ya que permiten generar aplicaciones adaptadas a las nuevas necesidades sin tener que esperar a las actualizaciones de los fabricantes de aplicaciones finales. Esta solución también es una buena elección incluso para organizaciones que no pueden o no quieren asumir el desarrollo interno de las aplicaciones pero que, sin embargo, pueden buscar proveedores que trabajen con este tipo de plataformas de desarrollo.

 

Volviendo sobre la pregunta inicial, ¿por qué cree que se está dando la tendencia a incorporar a los procesos de formación, tanto en el ámbito educativo como en el corporativo, plataformas como Facebook, Twitter, Linkedin, Elgg, Google (entendido en el marco de sus múltiples aplicaciones), Ning y Second Life? ¿Cómo impactan éstas plataformas en los procesos educativos?

En realidad, la presencia de las llamadas tecnologías 2.0 o de la web social en los procesos educativos adolece con frecuencia de unas sólidas bases metodológicas y, por tanto, es difícil encontrar experiencias en las que haya una incorporación efectiva de este tipo de herramientas afines a la filosofía 2.0. Y esto así es especialmente en el ámbito de la formación corporativa (en la que sigue prevaleciendo la formación promovida institucionalmente). Recordemos que web 2.0, Enterprise 2.0, aprendizaje 2.0, o cualquier otra realidad a la que se aplique esta terminología supone, por encima de todo, situar a las personas en el centro y, por tanto, reconocer y promover su capacidad para ser parte activa en su relación con los demás y con los contextos con los que interaccionan.

Todavía hoy sigue presente la idea, por mucho que se insista en lo contrario, de que 2.0 es una tecnología y que las empresas, las personas o los procesos de aprendizaje formarán parte de esta filosofía por el mero hecho de tener un perfil en Facebook o Twitter, o por crear una isla en Second life.  Esta es una postura tecnocéntrica que debemos superar.

Para que se pueda hablar de introducción efectiva, tiene que haber un uso significativo de las TIC, esto es, que la utilización y el rol que tengan en cada caso esté justificado, planificado y ayuden a conseguir los fines educativos previstos. El uso significativo se centra en la creación de valor y va más allá de tendencias e intereses que a veces responden a criterios que no tienen que ver con factores educativos.

En todo caso, en un entorno socioeconómico cambiante, globalizado y fuertemente mediado por las TIC, este tipo de herramientas tienen un gran valor para los procesos educativos porque promueven la comunicación, la interacción y el intercambio de conocimiento y experiencia entre las personas. Esto es muy importante para empezar a crear puntos de encuentro entre el aprendizaje promovido en el ámbito educativo o corporativo y el aprendizaje informal (que es inherente a la actividad de las personas en sus contextos de referencia personales y profesionales).

 

¿Cree que este tipo de plataformas pueden desplazar a los LMS y LCMS tradicionales? (¿si, no, por qué?) ¿Cómo pueden complementar a las plataformas tradicionales?

Las personas tienen unas posibilidades desconocidas hasta ahora para seleccionar las fuentes, las aplicaciones o los contactos que configuren sus propios Entornos Personales de Aprendizaje (PLE). Esto les permite aprender y compartir conocimientos sobre aquellos temas que les interesan con personas afines.

Las plataformas tradicionales pueden y deben convivir con los Entornos Personales de Aprendizaje, de manera que, no solo no deben ser desplazadas, sino que pueden mejorar sustancialmente su valor, en la medida en que permitan la integración de los contextos creados por cada persona. Esto requiere una apertura tanto desde el punto de vista conceptual como de su arquitectura.

Las plataformas, en el sentido clásico del término, han permitido gestionar contenidos, roles, procesos y recursos. Y todo ello con un enfoque organizativo.

Sin embargo, el gran reto que deben asumir en el futuro es el de conectar personas, facilitar el intercambio de información, la comunicación, la generación de conocimiento y la creación de valor (a través de ese conocimiento generado) en el plano personal, organizativo y social. El gran salto es poner al usuario en el centro y promover su iniciativa, su capacidad para usar la tecnología para relacionarse, crear y compartir conocimiento y para mejorar su desempeño.

 

¿Conoce algún caso de implementación, podría describirlo brevemente?

Conozco una experiencia sobre el uso de Facebook como entorno para el aprendizaje colaborativo en línea. La experiencia se ha llevado a cabo por los profesores Francesc Llorens y Neus Capdeferro en el marco de la asignatura “El aprendizaje basado en actividades colaborativas virtuales” perteneciente al Máster Universitario en educación y TIC (e-learning) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

El objetivo de la experiencia ha sido “generar conocimiento sobre las posibilidades de Facebook para el desarrollo de actividades de aprendizaje colaborativo en línea”. Para ello, realizaron un plan de trabajo -que incluía los objetivos y actividades a realizar-, que posteriormente fue implementado y evaluado tanto desde el punto de vista tecnológico como pedagógico.

Como conclusión, los autores afirman que “desde el punto de vista de su concepción y del grado de desarrollo de las herramientas nativas que incorpora, Facebook no es la mejor opción para implementar proyectos de trabajo colaborativo, sobre todo si estos presentan exigencias elevadas de control del tiempo, organización de la información y flexibilidad en la gestión de las tareas”. Sin embargo, concluye el artículo “Incluso careciendo de una auténtica orientación hacia los proyectos colaborativos (no es esa la vocación original de Facebook), la altísima implantación de la red, su conectividad externa, el enriquecimiento exponencial de los proyectos abiertos, los innovadores enfoques del aprendizaje a los que es capaz de prestar soporte y su capacidad para fomentar el aprendizaje inclusivo hacen de Facebook una opción digna de considerarse seriamente a la hora de plantear experiencias de trabajo colaborativo en línea.”.

Esta experiencia demuestra que es necesario un análisis profundo de cada herramienta, de cada entorno, para valorar sus posibilidades educativas que, sin duda, están presentes, con mayor o menor aplicabilidad, en todas las tecnologías de la web social. Este análisis y las decisiones que se tomen a la hora de conceptualizar y diseñar una acción formativa, marcarán la diferencia entre un uso meramente instrumental de la tecnología o, por el contrario, un uso efectivo que logre aprovechar las posibilidades de cada herramienta para conseguir las intenciones educativas previstas.

 

¿Cuáles son los principales desafíos que plantea el extended e-learning en los próximos meses?

El extended learning es uno de los efectos más importantes del uso de la tecnología en los procesos educativos. El aprendizaje está cada vez más en manos de las personas y de su capacidad para comunicarse, colaborar y producir conocimiento en contextos abiertos, accesibles permanentemente y configurados según sus propios intereses.

Sin embargo, todavía hay un cierto recelo hacia el valor del aprendizaje que está fuera de los cauces oficiales, organizativos, corporativos, formales, incluso, aún cuando el 80 % del aprendizaje de los profesionales se da en contextos informales y la información y el conocimiento que se genera está validado por la experiencia y el desempeño de esos profesionales en su trabajo diario.

Quizás los dos retos más importantes sean, por una parte, superar el tecnocentrismo y situar a las personas en el centro y, por otra, asumir que en la sociedad actual hay una integración cada vez mayor entre lo personal y lo profesional, que el aprendizaje informal es un hecho, que se está produciendo a cada momento y que facilita el aprendizaje a lo largo de la vida (imprescindible en una sociedad como la actual).

Desde el punto de vista tecnológico, el extended learning debe pasar necesariamente por los dispositivos móviles y los servicios en la nube. La sinergia entre movilidad y cloud computing tiene un potencial enorme para generar contextos de aprendizaje abiertos y accesibles y experiencias de aprendizaje a la medida de cada persona.

 

¿Qué cuestiones debe tener en cuenta una empresa antes de seleccionar soluciones tecnológicas para dar soporte a un proyecto de formación corporativa?

Antes de comentar las cuestiones más relevantes para realizar una selección, me gustaría señalar un aspecto que muchas veces las organizaciones olvidan y que es clave: el potencial de transformación de las TIC.

Las tecnologías de la información y la comunicación son capaces de transformar los campos a los que se aplican de una manera desconocida hasta el momento. Este potencial de transformación se hace evidente cada vez en más facetas de nuestras vidas, de manera que está cambiando nuestra manera de consumir, de viajar, de relacionarnos con el mundo y con los demás; y está cambiando nuestra manera de trabajar, de participar en la economía, en la política o en la cultura. Por supuesto, el aprendizaje y la formación corporativa no se quedan al margen de estos cambios.

Sin embargo, es relativamente frecuente que cuando una organización se plantea introducir soluciones tecnológicas en sus procesos de formación, se centre en la tecnología y no en su poder de transformación. Esto supone asumir un enfoque meramente instrumental que reduce considerablemente las posibilidades de éxito, el aprovechamiento del potencial de las TIC y, finalmente, el alcance de los resultados dentro de la organización.

Una vez asumido que la formación corporativa con soporte en las TIC es algo más que una mera introducción de herramientas, aplicaciones, dispositivos o conexiones, debemos plantearnos diferentes aspectos.

En primer lugar, si contamos con el apoyo de la dirección de la organización, en cuyo caso, es muy probable que podamos disponer de los recursos (económicos, humanos y materiales) y de las condiciones favorables (cultura enfocada a la innovación, flexibilidad laboral y organizativa, sistemas de reconocimiento y participación, sistemas de carrera profesional, etc.) para asegurar el éxito de la iniciativa.

En segundo lugar, debemos centrarnos en los recursos que van a ser necesarios. Para ello, deberemos analizar previamente el equipo de personas y las infraestructuras y equipamientos disponibles para asegurar una buena gestión del ciclo de vida de la tecnología seleccionada, y qué tipo de costes genera. Es necesario plantearse cómo incide esa tecnología en la estructura de costes de la organización ya que puede generar costes fijos, costes variables o introducir nuevos costes en la organización. Estas variables van a orientar la decisión que tomemos hacia soluciones de outsourcing o hacia proyectos de desarrollo interno.

Un aspecto de carácter más operativo es el que consideraremos en tercer lugar, el nivel de uso de la tecnología en otras áreas de la institución: administración, finanzas, producción, marketing y comunicación, etc. Esto nos ayudará a introducir tecnología con un nivel de complejidad similar al que las personas están acostumbradas a utilizar y, por tanto, reduciremos la probabilidad de resistencia ante un cambio en los sistemas de aprendizaje.

Finalmente, hay que considerar el rol que se va a asignar a la tecnología dentro de la formación corporativa, es decir, qué usos se le va a dar. No es lo mismo plantearse una simple distribución de contenidos que una formación basada en la interacción y la colaboración entre los participantes. Los requerimientos de las herramientas y los aspectos formativos y organizativos que hemos comentado anteriormente son completamente distintos.

En definitiva, no se trata solo de tecnología, sino de una oportunidad para adoptar un nuevo enfoque del aprendizaje y la formación corporativa que, con soporte en las TIC, sea capaz de impulsar la estrategia y contribuir a mejorar los resultados personales y organizativos.

 

¿Qué indicadores hay que considerar para elegir la opción tecnológica más adecuada en un proyecto de capacitación corporativa?

Nuevamente, debemos mencionar que debe haber una reflexión previa y una definición clara sobre el papel de la tecnología en la formación corporativa. Se puede poner el foco en el contenido y, por tanto, la capacidad de la tecnología para facilitar el acceso y distribución de los materiales serán factores clave. Se puede poner el foco en la interacción y en la colaboración asíncrona, que nos llevará a seleccionar una tecnología distinta que si necesitamos un protagonismo mayor de la sincronía. En este último caso, debemos optar por aplicaciones de web conference, pizarra electrónica, chat, etc. Se puede enfatizar también el aprendizaje informal y, para ello, cobran especial relevancia las aplicaciones que ofrecen soporte a las Comunidades de Práctica como foros, blogs, wikis, aplicaciones de Dashboard (como Netvibes ), marcadores sociales (como Delicious), redes sociales y profesionales (como Twitter o Linkedin), etc.

En cualquier caso, la tecnología debe estar al servicio y ser coherente con los objetivos formativos y organizativos.

A partir de aquí, es fundamental asegurar la interoperabilidad de las tecnologías que se van a aplicar en la formación corporativa con otros sistemas de información ya existentes en la organización (ERPs, Intranets, Portales corporativos, Gestores de contenidos, etc.) y la compatibilidad con  los estándares de desarrollo, sistemas de seguridad, bases de datos y otros criterios definidos desde la unidad responsable de la informática corporativa.

Otro aspecto muy importante es la flexibilidad, que se puede aplicar fundamentalmente a los aspectos gráficos, funcionales y metodológicos. Esto permite a las organizaciones adaptar la tecnología a los requerimientos que pueden aparecen en el futuro y que, si no se cuenta con herramientas suficientemente flexibles, obligan a un cambio de aplicación con la consiguiente pérdida de tiempo y de recursos.

En todo proyecto de formación corporativa, es habitual que existan necesidades crecientes: mayor número de acciones formativas, mayor número de profesionales que requieren formación, mayor número de materiales y de docentes que gestionar, etc. Para atender estos incrementos en la demanda de servicios manteniendo la calidad del servicio, es necesario que la tecnología sea escalable.

Además de todo lo anterior, la tecnología debe ser accesible y usable. Desde el punto de vista del usuario, el acceso debe estar garantizado independientemente de posibles limitaciones físicas o sensoriales y debe permitir una interacción con el sistema ágil y sencilla. A veces opta por soluciones complejas y sofisticadas que, finalmente, son rechazadas por el usuario porque en la práctica no aportan un valor proporcional al esfuerzo que requiere aprender a manejarlas correctamente.

 

¿El cliente tiene que encajar en los moldes propuestos por el proveedor de una solución o la solución adaptarse a las necesidades del cliente?

La experiencia demuestra que, cada vez más, es necesario un diálogo profundo entre proveedores y clientes para buscar las mejores soluciones.

Los proveedores acumulan un conocimiento muy valioso sobre las soluciones que ofrecen puesto que, a menudo, este conocimiento está contrastado con otros clientes y validado por casos de éxito aplicados en otros contextos. Los clientes, por su parte, aportan un conocimiento crítico de su sector, de su entorno competitivo, de su  contexto organizativo, de sus procesos de aprendizaje internos, etc.

Por tanto, la solución debe considerar todos estos factores y tener siempre presente que debe ser sostenible en el tiempo. Esta característica de la sostenibilidad facilita una relación mutuamente beneficiosa entre cliente y proveedor ya que supone que las decisiones que se tomaron a la hora de implantar una determinada tecnología fueron fruto de la colaboración y del entendimiento entre quién tiene la necesidad y quién le ayuda a satisfacerla.

 

 

*Roberto Hernández Soto es experto en formación corporativa con especialidad en la implantación de programas de formación y desarrollo (T&D) de alta complejidad tecnológica, educativa y organizativa en grandes corporaciones (públicas y privadas). Foco en propuestas de formación y desarrollo (T&D) de alto impacto y valor añadido (soluciones a medida sobre competencias y procesos clave de cada compañía).

Colabora como Profesor de Desarrollo organizativo del e-learning en Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

Twitter: @hersotro

Linkedin: http://es.linkedin.com/in/robertohs

 

 

Publicado: 21/noviembre 2012 © America Learning Media