Análisis
Elección de LMS: una decisión importante

La selección de la plataforma de e-learning constituye una instancia muy delicada y crítica para un proyecto de formación. Cambiar de LMS es un proceso complejo, que en oportunidades puede resultar aconsejable y necesario, aunque pocas empresas están dispuestas a realizarlo por los problemas que puede acarrear. Consejos y sugerencias desde una visión de independencia tecnológica.

 

por Íñigo Babot, socio director de IBBM Consultores*

 

La elección del LMS (Learning Management System) o LCMS (Learning Content Management System) adecuado para una empresa o para un proyecto determinado es un trabajo delicado y de gran importancia. Si se implanta a medio y largo plazo, para un propósito que la organización considere relevante (no ‘para probar’ o ‘para practicar un poco’, sino para capacitar seriamente a unos profesionales), habitualmente el proceso de decisión requiere un análisis experto. Este es un tipo de estudio que precisa un acercamiento pluridisciplinar y riguroso al tema (ver resumen en Figura 1).

 

 

Hay más de 15.000 LMS diferentes en los mercados occidentales (América, Europa y Japón) pero sólo 10 de ellos tienen el 70% de las ventas. Es relativamente fácil programar o realizar modificaciones a un LMS: por ello hay tanta profusión. Los hay de software libre o propietario, los hay colaborativos o no, los hay adaptables a diferentes sistemas operativos, los hay adecuados para unos u otros ERP corporativos, etc. Se trata de un sector muy complejo y competido.

 

Peligros de un consejo no independiente

 

Si la empresa cliente habla sólo con proveedores o distribuidores del LMS, cada uno intentará convencerle de que su solución es la mejor (lógicamente) y no se realizará una consultoría independiente de adecuación de la plataforma a las características y objetivos organizativos, con el notable riesgo que esto conlleva.

 

¿Por qué conlleva riesgo? Una vez se ha implantado un LMS, migrar a otro diferente es un proceso no trivial que, muchas veces, puede hacer desistir al cliente antes de empezar, debido a las dificultades que pueden producirse (se diga o no). Por ello, una parte de las empresas a las que asesora IBBM Consultores tienen plataformas no adecuadas para sus necesidades o están poco satisfechos con su proveedor, pero no se atreven a cambiar por miedo a la interrupción de servicio o a la pérdida de información que ello podría ocasionar. A veces, les recomendamos que migren a otro LMS pero su suministrador pone tantos reparos o se resiste tanto al proceso (unas veces con toda la razón pero otras por intereses comerciales, incluso aunque se cumpla el estándar SCORM, que deberían asegurar interoperabilidad de las plataformas) que los usuarios se ‘asustan’ y prefieren quedarse como están, arriesgándose a ‘malvivir’ con la vieja implantación.

 

No se trata, en modo alguno, de que las empresas proveedoras e implantadoras de LMS no sean serias o profesionales: lo son y mucho, pero no todos los LMS son adecuados para cualquier proyecto (de ninguna manera) ni requieren el mismo mantenimiento, no todos originan los mismos costes ni se administran de igual modo, y eso sí que debería explicarse mejor, en general.

 

¿Cómo se aborda un análisis de LMS riguroso e independiente?

 

Por tanto y de cara a establecer una comparativa adecuada, deben abordarse varios frentes. La valoración hay que hacerla:

a) Desde un punto de vista cualitativo, en función de las opiniones de otras empresas usuarias de los LMS considerados como posibles alternativas en la decisión, similares o del mismo sector que la compañía cliente.
b) Desde un punto de vista de investigación, en función de informes realizados por researchers de LMS.
c) Desde un punto de vista funcional, en base a las características técnicas de las plataformas consideradas.
d) Desde un punto de vista social: aceptación vinculada a diferentes contextos, etc.
e) Desde un punto de vista organizativo, en base a cumplir los objetivos estratégicos de la compañía.
f) Desde un punto de vista económico, para ahorrar al máximo.

 

En Figura 2 puede verse una tabla – tipo del análisis decisional resultante.

 

 

¿Cómo será el entorno en el que operará el LMS? ¿Realmente es tan necesaria una buena elección?

El entorno operativo y organizativo en el que trabaja un LMS puede verse en Figura 3 y apreciarse que es notablemente complejo.

 

 

Por tanto, nuestro firme consejo para ahorrarse mucho tiempo, costos y disgustos con el LMS, que pueden resultar infinitamente más problemáticos que un mínimo análisis previo, es este: si su proyecto es serio y a medio – largo plazo, asesórese con una fuente independiente antes de elegir plataforma y proveedor.

 

 

*Íñigo Babot es socio director de IBBM Consultores.

 

Publicada julio 2011