Opinión
El detector de mentiras: cómo evitar engaños al contratar un proyecto de formación

Consejos prácticos para evitar ser objeto de timos y engaños, y poder anticipar y percatarse de trampas y ardides al momento de comenzar un proceso de capacitación.

por Íñigo Babot (Socio Director de IBBM Consultores)* - Q.E.P.D

 

No es que guste demasiado seguir hablando de deformaciones y embustes (ya lo hemos hecho otras veces) pero aun resulta imprescindible, por desgracia. Es mucho más bonito y agradable reflexionar acerca del Learn by teaching o del mLearning, por ejemplo. Pero mientras exista mala hierba al lado de plantas nobles, hay que detectarla y arrancarla, de vez en cuando.

Como cliente y consumidor final, ¿puede Usted percatarse de que van a darle gato por liebre? ¿Cómo hacerlo?

Por ahora es relativamente fácil siguiendo estos consejos, pues los embustes son toscos y de bajo nivel: copias burdas.

Pase la información que le den por el test del algodón (el algodón no engaña) y, a menos que le guste ser embaucado, salga corriendo cuando vea:

1. Nombres de centros docentes no reconocidos, especialmente si imitan o se parecen mucho a otros que sí sean prestigiosos. Confíe sólo en cursos de universidades u organismos de calidad muy contrastada y nunca pruebe inventos milagrosos.

2. Promesas de avances rapidísimos y sin esfuerzo. Huya de programas del tipo . Desde luego. Usted ya puede aprender inglés usando Internet (o informática, por ejemplo), con gran eficacia, con seguridad, pero siempre CON esfuerzo, práctica y dándose un cierto tiempo para hacerlo. Muchas horas de entrenamiento, aunque sea virtual, no se las quita nadie: así funcionamos las personas.

3. Cursos o programas donde no empiecen presentándole, aunque sea virtualmente, a sus compañeros de clase. Y ello con nombres y apellidos normales, nunca con apodos o nicknames, y mejor si vienen acompañados de fotografía. Usted debe poder comunicarse con cualquier compañero de grupo, vía e-mail, siempre que lo desee.

4. Cursos o programas donde no se incluyan equipos de trabajo virtual y proyectos colectivos periódicos.

5. Cursos donde no se le indique, claramente y desde el principio, quién es su tutor virtual y/o quién su instructor (con e-mail y número de teléfono de consulta incluido). Y si se le indica, compruebe de inmediato que le contesta cualquier pregunta lógica, relacionada con el programa, en un plazo máximo de 24-48 h.

6. Centros que le exijan un desembolso inmediato excesivo y no contemplen posibilidad de pago fraccionado.

7. Programas sin ninguna pauta temporal marcada. Debe Usted tener hitos temporales y objetivos de aprendizaje, con ciertas fechas definidas (aunque sean aproximadas).

8. Cursos que no le hagan trabajar, que sólo le envíen textos por plataforma pero no le indiquen, muy claramente y antes de iniciarlos, cuándo y cómo deberá entregar sus tareas, aportaciones, comentarios, o participar en foros.

9. Programas que no incluyan formas de evaluación de su aprendizaje (sea continua, sea con examen final).

10. Centros que no empiecen por indicarle, antes que nada, el equipo informático mínimo que debe Usted tener para seguir un curso (versión del programa operativo, conexión a Internet, etc.).

Si aplica este test y ve que su programa docente tiene una lucecita roja en una de las cuestiones, piénselo dos veces o haga más averiguaciones antes de pagar un sólo Euro a nadie. Si tiene dos lucecitas rojas o más, sinceramente lo mejor que puede hacer es buscar otro centro diferente en el que confiar.

*Dr. Íñigo Babot, Socio Director de IBBM Consultores, profesor de la URL y USAL. Ver http://babot.info/

 

Marzo 2011