Opinión
e-Learning & MOOC: una tendencia que suma interés en las universidades

Los cursos MOOC crecen en las instituciones de educación superior, generando una fuerte polémica entre especialistas, académicos y referentes del ámbito de la educación virtual. Análisis de un fenómeno que avanza rápidamente.

 

por Nicolás Hellers, coautor y editor de los libros “e-Learning. Mejores prácticas y recomendaciones para organizaciones iberoamericanas” y “Contenidos de e-Learning. Tendencias, procesos y recomendaciones”

 

(@americalearning, Argentina) Hace apenas 14 meses, las predicciones que anticipaban la evolución del e-learning, principalmente para las universidades, no lograron detectar un fenómeno que fue protagonista destacado durante 2012 y promete continuar creciendo y desarrollándose durante los próximos 12 meses. Sin embargo, a finales de 2011, ya estaba encendida la mecha de una las principales hot trends para el e-learning e iniciativas de tecnología educativa en el 2013. El curso de inteligencia artificial dictado por los profesores de la Universidad de Standford (Estados Unidos), Sebastian Thrun y Peter Norvig, a través de la start-up "Know Labs" (actualmente Udacity), fue seguido por más de 160.000 estudiantes. A partir de allí, la ‘bola de nieve’ comenzó a rodar y alimentarse de experiencias en todo el mundo.

 

En general, los MOOC (Massive Online Open Courses) son definidos como cursos a distancia pensados para un importante volumen de alumnos (ilimitado, en principio), con carácter abierto, global y participativo (inicialmente gratuitos). Pero los MOOC no son lo mismo que el e-learning, ya que la educación virtual, como sostiene Albert Sangrá (director del eLearn Center - Universitat Oberta de Catalunya), va mucho más allá de lo que estos cursos son, quieren y pueden alcanzar.

 

Las universidades que están implementando este tipo de cursos, experimentan la llegada a sus claustros virtuales de una fuerte cantidad alumnos de diferentes países y localidades, ubicados fuera del alcance territorial habitual de éstas casas de estudio, logrando un poderoso efecto de marketing al crear una notable masa de usuarios en su entorno formativo, y permitiendo la globalización del alcance de la educación. En efecto, los MOOC pueden convertirse en una poderosa herramienta de mercadeo, que sirvan para posicionar una marca-universidad, dar a conocer un programa académico, u obtener mayor alcance; y al mismo tiempo constituirse en una oportunidad invalorable para las personas, con acceso libre a contenidos y profesores de nivel internacional. En lo personal, no creo que ambas concepciones sean excluyentes entre sí, sino profundamente complementarias.

 

En cualquier caso, es evidente que estamos frente a la elevación del aprendizaje no formal a su máxima expresión, y la consecuente posibilidad de construir conocimiento a través de la experiencia colectiva, democratizando la enseñanza, facilitando la formación continua -evitando la barrera del precio- y garantizando el desarrollo personal y profesional de las personas, de acuerdo al nuevo entorno social y la dinámica de la vida profesional, a partir de nuevos espacios de interacción. Esto, más allá de las discusiones vinculadas al otorgamiento de certificaciones, y al modelo de negocio que pueda hacer sustentable este tipo de proyectos y permita a las instituciones educativas, responder a la necesidad creciente de autofinanciación en épocas de crisis.

 

En América Latina, la Universidad de Belgrano (Argentina) y la Universidad de Galileo (Guatemala), están impulsando los cursos MOOC, como una revolucionaria manera de aprender en la web, con acceso a contenidos de calidad, profesores de alto nivel y recursos online gratuitos, donde el participante/alumno puede validar su aprendizaje de una forma autodidacta; como explica Miguel Morales, responsable del departamento de e-learning de la universidad guatemalteca.

 

Queda por saber si finalmente esta tendencia se convertirá en un Caballo de Troya para las organizaciones educativas locales, que las termine perjudicando en el largo plazo frente a la potencia y recursos de universidades de prestigio internacional, como presagian algunos expertos; o –por el contrario- si será un nuevo canal de potenciación para las universidades locales. También resta por definir cómo las instituciones que adopten este modelo garantizarán la calidad, consistencia y sostenibilidad en la generación y mantenimiento de programas educativos.

 

El tiempo dirá de qué modo evoluciona la tendencia, que sin lugar a dudas formará parte de las mesas de debate y análisis en gran cantidad de universidades latinoamericanas. Aunque es importante no caer en la tentación de considerar prematuramente que estamos frente a la panacea del e-learning. Lo cierto es que aún es muy pronto para poder evaluar el impacto real de los MOOC, que de todos modos están insertándose con fuerza en el corazón de muchas instituciones de altos estudios en el mundo, y también en América Latina.

 

 

Publicado, 26 de febrero 2013.