Innovación
El desafío de formar científicos desde la infancia

A partir de la obtención del premio Innovadores de América 2014 en la categoría Educación, con su proyecto “Estrategias para implementar una cultura de la ciencia y la investigación desde el ambiente escolar”, entrevistamos al especialista colombiano Oscar Amaya Montoya.

 

(@americalearning) Según explicó su autor, el proyecto galardonado consiste en la creación de un ambiente físico de aprendizaje, donde niños y jóvenes se apasionen con la ciencia y la investigación. Un espacio que rompa aquel paradigma que indica que hacer ciencia es un tema de superdotados, extranjeros o de élites sociales; logrando formar -en el tiempo- científicos vocacionales y no científicos que se hayan convertido en tales por haberse encontrado de manera fortuita con un tema vinculado a la ciencia y la investigación (que les terminó gustando).

 

 

“América Latina, debe de formar sus promesas científicas desde la más temprana edad, para que nuestros estudiantes lleguen a la educación superior a generar conocimientos nuevos y no simplemente a replicar los que ya existen”, advirtió en el marco de una entrevista exclusiva mantenida con America Learning Media, Oscar Amaya Montoya, autor del proyecto, y creador y responsable de la Fundación Casa de la Ciencia.

 

Vale destacar, que Innovadores de América es un premio continental para la promoción de la innovación en América Latina, que cuenta con el patrocinio de CAF – Banco de Desarrollo de América Latina y el Grupo Ezentis. Se trata de una herramienta de intercambio de conocimiento y oportunidades para múltiples instituciones de los sectores académico, privado y gubernamental, motivando la creación de una super-red de aliados que trabaja en un nuevo modelo de desarrollo de la región.

 

¿Cuáles fueron los motivos que lo llevaron a elaborar este proyecto  ‘Estrategias para implementar una cultura de la ciencia y la investigación desde el ambiente escolar’?

Oscar Amaya Montoya: Una firme convicción que estamos equivocados en el modelo de preparar promesas científicas, ya que los científicos deben formarse como los atletas, los deportistas y los músicos, desde la edad más temprana, antes que el mundo los envuelva con su rumbo; trabajando el conocimiento con una gran connotación ética y moral.

En un principio acudí a los medios estatales y a la empresa, al no escuchar eco, le propuse a mi esposa, Martha Cecilia Gomez Bermudez, vender nuestra casa y medio de transporte, con lo que reunimos unos recursos para adquirir un espacio donde funcionara la Fundación Casa de la Ciencia. Luego se dio el tema de dotación de un laboratorio, comprando a buen costo equipos como microscopios, telescopios y otros. Después de esto, las ideas comenzaron a surgir y fuimos creando una metodología para convencer niños y jóvenes que es posible hacer ciencia desde la escuela.

 

¿Qué objetivos plantea el proyecto a futuro?

La creación de Casas de la Ciencia en cualquier rincón de América, donde no predomine el tamaño de la construcción, sino el significado de lo que allí se haga, convenciendo a los empresarios y dirigentes políticos de la región que esta es una forma de trabajar la Responsabilidad Social, y que de alguna manera estamos en deuda con la manera como hemos programado el sistema educativo en América.

 

¿Cuáles son las estrategias para implementar una cultura de la ciencia y la investigación desde el ambiente escolar en América Latina?

Trabajar tres elementos esenciales en el proceso para llegar a la investigación de manera eficaz:

  • El primero es LA EXPERIMENTACIÓN, inundar los laboratorios de estudiantes. Estos, en muchas instituciones (sobre todo oficiales), existen pero no se usan, porque hacen falta también docentes comprometidos con la enseñanza de las ciencias, con vocación para experimentar y enseñar a nuestros jóvenes a reconocerlos y convertir esta actividad en una rutina, y enamorarlos de la demostración de principios de la ciencia.
  • La segunda es LA INVESTIGACIÓN COMO TAL, que no debe ser otra cosa que la aplicación de conocimientos enseñados por los maestros en la solución de diagnósticos o problemáticas que tiene una comunidad en el tema ambiental y social, que aporten en la toma de decisiones en una región.
  • La tercera es LA CREATIVIDAD, que no consiste en crear herramientas, ya que en la escuela se trata de perfeccionar los modelos experimentales, para que la información producida por la investigación tenga credibilidad científica.

Un pequeño ejemplo de lo que digo es una actividad con niños de cuarto, quinto y sexto grados, a los que les enseño que la col morada sirve para medir el PH de las sustancias, estableciendo si son ácidas o básicas. Todo un trabajo experimental de cocinar la col, enfriarla y colar, y luego someter sustancias a este líquido para demostrar la acidez (se torna de color rojo) o básico (se torna de color azul) de las mismas.

Hasta allí hemos experimentado, y esto se convierte en una investigación cuando los niños aplicaron este conocimiento para determinar cuál era el PH de los jugos pasantes de alimentos, sometiendo los jugos escogidos por los niños y sus familias al liquido de col. El proceso permitió determinar que el 68,88% eran de naturaleza ácida, concluyendo la facilidad de desarrollar gastritis y por ende enfermedades incurables. La mejora de la metodología para desarrollar estos estudios se logra con creatividad.

 

 

¿Qué recomendaciones podría sugerir para desarrollar proyectos exitosos orientados a consolidar una cultura de ciencia e investigación en el ámbito educativo?

Primero, dejar que los niños hagan las preguntas más absurdas sin detener esta capacidad de cuestionar, pues esto castra su curiosidad. Luego, adaptar espacios para que los estudiantes desarrollen estrategias que les den solución a sus interrogantes y familiarizarlos con el uso correcto de los elementos de laboratorio. Finalmente, incentivar a nuestros estudiantes a crear grupos de investigación juvenil asesorados por docentes. Todo esto es un trabajo adaptativo que forma carácter a través de la creatividad, desde la infancia.

 

¿Cuáles son las claves para lograr que las naciones generen una mayor cantidad de científicos?

En primera instancia, invertir más del producto interno bruto en ciencia y tecnología. Por lo menos, en América Latina, superar el 1% en el que estamos anclados (con unas pocas excepciones). Más allá, se debe capacitar a un batallón de docentes con vocación para realizar el trabajo de adaptación que ya mencioné. En este sentido, potenciar maestros más prácticos que teóricos, que lleven al niño y al joven a construir el conocimiento y no a proporcionárselo como una receta.

 

 

¿Nos podría comentar algunos detalles del trabajo que están realizando desde la Fundación Casa de la Ciencia en Guadalajara de Buga?

En Casa de la Ciencia pensamos que se debe equilibrar la balanza social: nuestros jóvenes de estratos menos favorecidos deben recibir una educación integral que les permita estar en igualad de conocimientos, para que mañana compitan a la par con los jóvenes que nacieron en hogares con mayor poder adquisitivo.

Es por eso que nuestra entidad ofrece servicios educativos en experimentación científica con énfasis en investigación, con los que logra a ras su sostenibilidad. Alcanzada dicha sostenibilidad, desarrollamos una estrategia de responsabilidad social, a partir de la que organizamos clubes de ciencia, centro de investigaciones bio-ecológicas y programas de apropiación social de la ciencia a las personas interesadas, con programas como astronomía al parque, campamento astronómico y club de astronomía.

En pocas palabras los jóvenes de educación privada auspician las actividades de los jóvenes del sector oficial con los que trabajamos.

 

Agosto 2014