Opinión
Autocrítica evaluativa sobre la educación a distancia

El autor insta a re-enfocarnos en términos de formación online, evitando que los cursos en línea se conviertan en un depósito de información y contenido; invitando a desarrollar estrategias para que los estudiantes disfruten plenamente del conocimiento.

 

por Bernabé Soto Beltrán, Diseñador de la Instrucción en la Universidad del Sagrado Corazón de Puerto Rico*

 

Dirigir un buen diálogo acerca de la educación a distancia, nos debe de llevar a un proceso de autocrítica evaluativa dentro de esta modalidad. Hacer educación presencial en el presente es un gran reto, y a distancia mucho más. Esto se debe, en el mayor de los casos, a una serie de fenómenos que muchos no se esperaban. Fenómenos como la evolución de la web hacia un más social, colaborativa y dinámica, y el desarrollo de la tecnología móvil a gran escala tecno-evolutiva. Estos dos elementos han servido para retar a los paradigmas tradicionales de aprendizaje, y –por qué no- a la maltratada educación a distancia.

 

Lo comento de esta forma porque son las instituciones educativas las responsables de hacer de la modalidad a distancia, todo un dolor de cabeza para muchos educandos, educadores y los componentes que sustentan esta forma de hacer educación. A veces me cuestiono si realmente las instituciones desean desarrollar este tipo de formación, para desarrollar procesos de enseñanza que encaminen a la sociedad hacia aspiraciones innovadoras y democráticas,  a una sociedad del conocimiento.

 

Entiendo que el enfoque que le estamos otorgando a la educación a distancia, es uno que no se atempera a las necesidades de los estudiantes que se están educando en la actualidad y los que están por adentrases a los sistemas educativos, conocidos como los verdaderos nativos digitales.

 

Los estudiantes que han nacido realmente con la tecnología se encontrarán como autocrítica re-evaluativa con lo siguiente:
• En primer lugar con productos-cursos llenos de contenidos sin ningún tipo de estrategia que fomente las competencias y destrezas del siglo XXI.
• Además se toparán con plataformas  limitadas a las normas y políticas de no apertura que implementan las instituciones. 
• Se enfrentarán a la poca tolerancia hacia la autonomía del aprendizaje, que caracteriza a cada individuo tecnológico y creativo.
• Observarán la resistencia hacia la utilización de herramientas web a la hora de demostrar que co-crearon con lo aprendido. 

 

Me pregunto, a partir de lo expuesto hasta ahora: ¿vamos a mantenernos de esta forma? En la medida que entandamos con responsabilidad, conciencia y razón la importancia que tiene la educación a distancia, elevaremos a esta modalidad hacia un verdadero norte con enfoques atemperados a la época. 

 

Creo que debemos de prestar más atención a las señales presentadas hasta el momento. 

 

La integración tecnológica a los procesos educativos en estos días es más estimulante. Esto se debe a que hoy contamos con un recurso que en el pasado era inimaginable y con pocas posibilidades.

 

No podemos pretender utilizar los LMS para todo, ya que No son sinónimo de educación a distancia.

 

Es hora de re-evaluar la situación actual de esta modalidad o la podemos perder. La mentalidad industrializada (resistencia al cambio) y sus mitos, no permiten entender y ver las posibilidades que están frente a nosotros.

 

Seamos autocríticos y honestos con nuestros procesos de enseñanza-aprendizaje. No pretendamos hacer de la misma una presencial dentro de las plataformas que nos permiten hacer educación de esta modalidad no tan moderna. Emancipémonos de las grandes compañías que nos proveen plataformas parea crear cursos en líneas.

 

Hoy existen herramientas sociales y plataformas abiertas que permiten crear procesos educativos cíclicos, no lineales, que se atemperan a las diferentes formas de aprendizaje de nuestros educandos. La educación a distancia, tal y como está concebida, necesita ser re-evaluada con autocrítica. Incito e insisto a abrirnos a la apertura que nos provee la colaboración, innovación y la democratización tecnológica de estos tiempos.

 

Es hora de re-enfocarnos. Basta de hacer de los cursos en línea, todo un depósito de información y/o contenido. Necesitamos estrategias para que los estudiantes disfruten y se empoderen del conocimiento que se desarrolla por medio de la utilización de esta modalidad.

 

*Twitter: @bernabedi