Casos de estudio
Experiencias innovadoras para superar barreras

Presentamos dos iniciativas de inclusión educativa apoyadas en tecnologías, desarrolladas en Venezuela. Lápiz Electrónico está destinado a personas con discapacidad visual, y Bibliomulas busca acercar el conocimiento a escuelas de comunidades aisladas.

 

El Premio Innovadores de América, la convocatoria internacional impulsada por Innovamérica para encontrar a los nuevos innovadores de Latinoamérica, seleccionó a sus 15 finalistas, entre 750 propuestas. Los tres proyectos de educación preseleccionados provienen del extremo norte de Sudamérica e involucran la incorporación de tecnología: Bibliomulas (Venezuela), Herramientas Virtuales para la Educación e Inclusión Social (Colombia), El Lápiz Electrónico (Venezuela).

 

Para poder conocer con mayor profundidad estas experiencias entrevistamos a los responsables de las iniciativas venezolanas: El lápiz electrónico, un proyecto destinado a personas con discapacidad visual, y Bibliomulas, que busca acercar la lectura y el conocimiento a escuelas localizadas en comunidades aisladas.

 

Lápiz Electrónico

 

El proyecto Lápiz Electrónico consiste en la fabricación de unos dispositivos (Lápiz y Cuaderno Electrónico) destinados a personas con discapacidad visual y baja visión, que surgió a partir de una necesidad personal de su autor, Alfredo Blanco, quien fue profesor de inglés por 18 años y actualmente es una persona con discapacidad visual.

 

“Esa necesidad personal, que luego se hizo colectiva, es la de tener un dispositivo portátil, que pueda permitir escribir a Braille y que, a su vez, esos datos se conviertan en letra vidente y sonido, para romper con una incapacidad que existe entre los videntes y no videntes con sus diferentes escrituras (Braille y escritura plana), ya que no se pueden comunicar”, relata el inventor.

 

Técnicamente, el lápiz electrónico es un mini dispositivo rectangular portátil, que tiene un chip de voz y 14 botones, de los cuales 6 son para hacer combinaciones en braille o en un nuevo sistema de comunicación para invidentes, denominado Punto Reversible Digital (PRD). También se destaca los botones de borrado, sonido, y de espacio.

 

“Todo esto hace que el dispositivo funcione como un lápiz pero, realmente es un tablero que permite escribir en Braille y transmitir mediante Bluetooth a un cuaderno electrónico receptor; donde los datos podrán ser leídos por videntes y escuchada por invidentes. En él se podrá almacenar toda la información que luego podrá ser transmitida mediante Bluetooth  o por la memoria removible  a otro dispositivo y también tendrá un menú de ayuda con los dos sistemas, el braille y el nuevo sistema (PRD) con opción de voz”, explica Alfredo Blanco, quien además del lápiz electrónico para Braille está desarrollando también el proyecto  PIMPER 4B (que permite la posibilidad de hacer transacciones comerciales y bancarias seguras a los invidentes) y otros tres adicionales destinados a personas con discapacidad visual.

 

“Tengo dos años desarrollando herramientas tiflotecnológicas para los invidentes, ya que hay muy pocas en el mercado”, apunta el inventor.

 

“Los objeticos del proyecto son proporcionarle a las personas con discapacidad visual herramientas tiflo-tecnológicas (lápiz y cuaderno electrónico) que les permitan lograr su independencia en lo que respecta a la lectura y escritura; para no depender de los videntes y al mismo tiempo tener un mayor desempeño en el ámbito estudiantil y laboral y, así lograr un mayor desarrollo personal, y una exitosa inserción en la sociedad, a pesar de la discapacidad visual”, subraya Blanco.

 

¿Cuál es el ámbito de actuación del proyecto y que impacto social tiene en términos de cantidad de beneficiarios, instituciones que participan…?
En el ámbito estudiantil y laboral. El impacto social, será sobre todas las personas con discapacidad visual o baja visión, ya que ellos -mediante esta herramienta- podrán ser más eficientes, al poder tomar apuntes, hacer resúmenes, presentar exámenes y llevar agendas, de una manera muy práctica, ergonómica y especial para invidentes.
Lógicamente, también impactará sobre todas las instituciones educativas y del ámbito laboral, ya que les será más fácil atender a la población con discapacidad visual.
Con esta herramienta, dicha población podrá enfrentar el reto de estudiar más fácilmente, cosa que se hace cuesta arriba en la actualidad, porque las herramientas existentes, no le brindan en 100% todos los beneficios, por cuestiones económicas y de seguridad. Es decir, las herramientas que hay, o son muy costosas o son herramientas fijas, que no la pueden llevar al aula de clases. En cambio, el lápiz y cuaderno electrónico, son diferentes, más pequeñas, portables, y serán menos costosas.

 

 

¿A qué obstáculos se ha tenido que enfrentar durante el desarrollo del proyecto? ¿Cómo los ha superado?
Son varios, pero lo podemos dividir en dos: todo aquello que tiene que ver con los recursos económicos, es decir tocar de puerta en puerta, para encontrar el dinero que se necesitaba para construir el aparato, y luego los componentes y las herramientas tecnológicas para u  ensamblaje o fabricación. Un proceso que ha sido bastante difícil, tanto desde lo económico como desde los componentes y herramientas, ya que en Venezuela no es muy común desarrollar dispositivos tecnológicos y mucho menos para personas con discapacidad visual.
Gracias a Dios después de tocar tantas puertas, una empresa llamada Seguridad 365, del Grupos Polar, cumpliendo con la Ley LOCTI (Ley de Ciencia y Tecnología), me dio los recursos y así resolví esa parte.
Con respecto a los componentes, tuve que ser muy creativo y moverme con personas en el exterior. Por ejemplo, necesitaba un micro chip de voz, pero solo pudimos encontrar un chip más grande, ya que ese, se encontraba en china. En mi país me fue imposible encontrarlo, por lo que tuve que acudir a una ex alumna mía, que se encuentra en Londres- Inglaterra, para obtenerlo. Ella lo pidió a los Estados Unidos y luego me lo trajo. Así resolví ese problema.
Con respecto a las herramientas, tuve que cambiar el tamaño del prototipo, puesto que para ensamblar ciertos componentes no teníamos las herramientas adecuadas. Por ejemplo: no pudimos colocarle una batería de celular, al no contar con las herramientas adecuadas para soldar las micros plaquitas que hacen contacto con dicha baterías. Entonces tuvimos que utilizar varias pilas alcalinas de alto voltaje (las que usan las cámaras de video).
Quiero destacar que no solo se tenía el problema de buscar los componentes afuera de Venezuela sino, como encontrar los dólares para importarlos, ya que en mi país hay serias restricciones para adquirir esta moneda.
Una vez resuelto lo de los componentes, nos enfrentamos a un problema o varios con respectos a la programación y configuración de finware. Los dos sistemas que se estaban tratando de introducir en el aparato, son un poco complicados, tanto el Braille y como el PRD, en especialmente el segundo, al tratarse de un sistema nuevo. Y el ingeniero no tenía experiencias en la tiflo-tecnología, un sistema reversible igual al teléfono, pero con rangos del 1 al 6 (lleva sonido y hay que hacer una interface para que esos códigos se conviertan en letras, mediante bluetooth al lápiz y cuaderno electrónico).
El lápiz es el cerebro de todo (posee los dos sistemas y el cuaderno solo lo que hace es recibir los caracteres y transformarlo en letras  sonidos y almacenar la información), y unas de las partes más difíciles para el ingeniero de hardware fue la programación de sonido de los símbolos matemáticos y el sistema PRD, que gracias a Dios se ha ido resolviendo.
Cabe destacar que la tecnología que se usa para el lápiz electrónico es una tecnología ya aprobada, y los problemas que hemos tenido se derivan de ser la primera vez en que se la está manipulando.
Lo importante es que los aparatos creados tienen la funcionalidad que esperábamos, a pesar de los obstáculos señalados en relación a componentes, herramientas y dificultades de programación.
Hay que destacar que en el cuaderno electrónico también tuvimos que hacer cambios, ya que no encontrábamos la pantalla de 8 x 10 cm que necesitábamos, y tampoco pudimos desarrollar el sistema operativo requerido. Por tal razón, decidimos utilizar un HTC táctil (celular), para usar su pantalla y su sistema operativo 6.5, y adicionalmente le hicimos un tablerito para manipular el menú y movernos dentro del mismo.
Superados todos estos obstáculos, hoy tenemos el prototipo del Lápiz y el Cuaderno electrónicos.

 

¿Cómo mejora su innovación la calidad de vida de la comunidad a la que se dirige?
Ésta herramienta tiflo-tecnológica va a ayudar a las personas con discapacidad visual, en el campo estudiantil y laboral, permitiendo una mayor independencia en el momento de tomar apuntes, hacer exámenes, hacer resúmenes, llevar agendas y en el salón de clases, al niño y al adulto. El profesor o al facilitador podrá supervisar las actividades que están haciendo sus alumnos y corregirlas (cosas que no suceden en la actualidad, puesto que el sistema que utilizan los invidentes –Braille-, le imposibilita a los facilitadores y profesores, supervisarlos, al no estar en su mayoría entrenados).
La herramienta va ayudar a que se incremente la independencia de la persona con discapacidad visual, en lo que respecta a la escritura y a la lectura en el aula de clases. Y hay que destacar, en este sentido, que se trata de dispositivos pequeños, que se pueden transportar sin problemas.

 

¿En qué tecnologías se apoyó para desarrollar el proyecto?
En la tiflo-tecnología, que consiste en adaptar tecnología ya existente para las personas con discapacidad visual, o crear específicamente tecnología para invidentes.

 

¿Qué expectativas tiene el proyecto a futuro, sea premiado o no en el marco de Innovadores de América?
La primera expectativa es ser premiado, ya que eso me permitiría tener recursos económicos y apoyo de grandes empresas, que cuentan con la tecnología que necesito para seguir desarrollando a grandes escalas mi prototipo.
Sé que con todas las tecnologías adecuadas, el dispositivo se puede llevar a un tamaño más pequeño y así brindarle a las personas con discapacidad un producto más portátil aún, para que ellos lo usen como su nombre lo dice: lápiz. Es decir, que lo puede llevar en sus bolsillos, que lo puedan usar en el aula de clases, en el parque, en el metro, en el trabajo, en todos lados…
Quiero destacar que no solo desarrollaría el lápiz y el cuaderno, sino también otros proyectos que ya tengo diseñados, tales como: el Pimpert 4B para Braille (un dispositivo, que permitirá a las personas con discapacidad visual usar la tarjeta de crédito y débito en comercios y bancos). Se trata de un punto de venta.
Otros proyectos son una Calculadora Braille, que les permitirá a los invidentes hacer sus operaciones matemáticas, disminuyendo el rastreo en el teclado. Ya que solo tiene 7 botones y las actuales oscilan entre 27 o más; y un teléfono celular para Braille con combinaciones con el PRD, que les permitirá a los videntes y no videntes usarlo indistintamente (cada uno utilizará su teclado); y por último un identificador de billetes, para invidentes y sordos ciegos. Éste último grupo casi no cuenta con herramientas. Ya que es muy difícil desarrollarla para ellos, pero en este caso hice un esfuerzo para incluirlos.

En el caso de no ser ganador, igualmente seguiré en esta lucha, aunque soy consciente que sin recursos y sin apoyo, la lucha será más dura. Pero también sé que la semilla del éxito se cultiva, con el abono diario del trabajo, y que la constancia se riega con el rocío de la fe. Así que seguiré inventando, trabajando, tocando puertas, soñando y construyendo todos éstos proyectos, que le ayudarán y le darán a las personas con discapacidad visual, independencia y una buena calidad de vida, para lograr la verdadera integración en la sociedad de iguales que queremos.

Mi sueño como persona con discapacidad visual (ciego total), es hacer una micro empresa en la cual, yo pueda desarrollar todos estos productos y bridárselos a las personas con discapacidad visual de mi país y del mundo, para que así puedan alcanzar una independencia, en sus actividades diarias.

 

¿Qué significa para usted ser finalista del Premio Innovadores de América?
Muchas cosas:
1) Una oportunidad, para que las empresas y el mundo me conozcan.
2) Una manera, de decirle a todas las personas con discapacidad visual, que hay alguien que está aportando un granito de arena, es decir haciendo herramientas tiflo-tecnológicas, para satisfacer algunas de nuestras necesidades y así seamos más independientes.
3) Siento que es un reconocimiento a mi humilde trabajo y también, una manera de obtener recursos, para desarrollar todos los proyectos que tengo, para bríndaselos a las personas con discapacidad visual.

 

Para obtener más información del proyecto: www.puntoalfredodigital.com (esta página web estará disponible en los próximos días)

 

Bibliomulas y Cybermulas

 

“El proyecto Bibliomulas tiene como finalidad desarrollar nuevas estrategias y ensayar tecnologías adecuadas a las condiciones intrincadas de la vida y topografía en el medio rural de la Cordillera Andina, para la promoción de la lectura, la salud, el uso de información y el desarrollo humano sustentable endógeno”, relata Hermann Pargas Meza, impulsor de esta iniciativa nacida en Venezuela, a partir del esfuerzo e ingenio de Roberth Ramirez y José Luis Briceño.

 

Según explica su promotor, el programa busca en su primera fase promover la lectura y uso de la información en el medio rural -en el ámbito de niños y adultos, escuela, familia y comunidad, maestros y representantes-, mediante el desarrollo de estrategias y tecnologías adecuadas. De esta manera, se busca fortalecer a la educación y cultura campesina, promoviendo la salud y el conocimiento para el desarrollo humano a escala comunitaria-rural, de un modo endógeno, sustentable y sostenible; interconectando la implementación de antiguas tecnologías de información, transporte y comunicación, y pasando por el libro, la lectura y la escritura, en sinérgica armonía con las tecnologías de punta.

 

La iniciativa Bibliomulas está destinada fundamentalmente a escuelas rurales que no cuentan con vías de acceso para vehículos automotores, centrando la atención en el maestro, los niños y sus padres.

 

¿A partir de qué necesidad surgió el proyecto y como lo potenció la tecnología?
La Universidad Valle del Momboy – UVM, allá por el 1990, estaba participando en las jornadas nacionales de difusión de la lectura y se preguntaba cómo hacer para que los niños de los campos trujillanos se involucraran. Por cuenta de una sinergia mágica, surgió la idea de buscar un animal fuerte que llevar libros y animadores de lectura. Así afloró la necesidad de redimensionar tres conceptos: libro, biblioteca y mula.
La idea fue llevar la lectura a los páramos del Valle del Momboy, y para ello era necesario contar con unos libros andariegos, una biblioteca itinerante y una mula un tanto rocinante. De esa fusión salieron a la luz las BIBLIOMULAS.
Para el 2008 y ya con un caminar lleno de experiencias, la bibliomula potencia su hacer no solo con libros sino también con computadores portátiles, proyectores y conexiones inalámbricas a Internet, con lo que en algunos casos asume el rol de Cybermula.

 

¿Cuáles son los objetivos del proyecto?
• Implementar estrategias y metodologías de sinergia y conexión entre la oralidad de las comunidades con la literatura escrita, recreativa y tradicional.
• Emprender metodologías de lectura, investigación, registro y sistematización de los conocimientos de la comunidad y las experiencias del proyecto.
• Revalorizar la cultura, valores, conocimientos, tradiciones, tecnologías e identidad de la vida campesina trujillana, como aporte de Trujillo al país.
• Establecer puentes de interconexión entre la cultura oral de la comunidad y la cultura escrita del mundo externo, incorporando las nuevas TIC.
• Concebir al niño y adulto campesino, no sólo como simple consumidor de lectura e información, sino como sujeto capaz de producir, narrar y escribir.
• Establecer nuevos canales de comunicación, lectura e información con la escuela y la comunidad como binomio promotor del desarrollo endógeno rural.

 

¿Cuál es el ámbito de actuación del proyecto en su versión tecnológica, y que impacto social tiene en términos de cantidad de beneficiarios, instituciones que participan, etc?
Realizar un balance del Programa Bibliomulas en su primer lustro de vida, permite mostrar orgullosamente los siguientes resultados:
• Atención a más de 20 escuelas trujillanas y tres del estado vecino de Mérida
• Aproximadamente más de 2 mil niños y niñas atendidos
• Capacitación de 500 docentes
• Más de 400 visitas a las escuelas pertenecientes al Programa.
• Aproximadamente 2 mil préstamos de libros
• Cuatro (8) Bibliomulas activas
• Un (1) vehículo doble tracción, donado por el Ministerio del Poder Popular para la Educación Superior
• Atención  indirecta al núcleo familiar del niño, compartiendo lecturas y cuenta cuentos en familia.
• Formación de los representantes en áreas como la salud, aspectos comunitarios, culturales y de valores, a través de charlas, encuentros comunitarios y visitas a los hogares.
• Motivación en el niño para estudiar su entorno local (flora, fauna, costumbres), la oralidad, las reseñas históricas de cada caserío y personajes importantes, redacción de cuentos, mitos y leyendas propias del entorno, entre otras actividades.

 

¿A qué obstáculos se ha tenido que enfrentar durante el desarrollo del proyecto basado en tecnología? ¿Cómo los ha superado?
El primer obstáculo fue la lucha para que los que estaban involucrados de manera directa creyeran en el programa, ya que se veía de entrada como un proyecto quizás muy quijotesco.
El segundo obstáculo son los recursos, puesto que para mantener un programa de este tipo, se deben involucrar costos operativos considerables, los cuales hasta ahora han sido financiados por la UVM, algunas organizaciones socialmente responsables y organizaciones internacionales que lo han apoyado.
Esto ha llevado a que la versión Cybermula vaya con pasos más lentos, ya que no contamos con recursos que permitan equipar los aperos con tecnologías de punta y que puedan tender todas las escuelas.
Y, finalmente, la sistematización evaluación y reingeniería que aplicamos cada año al programa.

 

¿Cómo mejora su innovación la calidad de vida de la comunidad a la que se dirige?
El promover la lectura en las comunidades y especialmente en niños, fortalecer la educación rural, potenciar la relación comunidad – escuela, el estimulo a la creatividad y apoyar la actualización de los docente rurales; nos brinda la oportunidad de imaginar una mejor realidad.
Huberto Maturana nos invita a reflexionar cuando dice: "en el conversar construimos nuestra realidad con el otro. El conversar es un modo particular de vivir juntos en coordinaciones del hacer y el emocionar”. Imaginemos entonces un país, donde todos lean con amor, escriban con arte y reflexionen con profundidad. ¿No sería un país con mejores conversaciones?
Sin duda, la lectura es el descubrimiento más grande y hermoso que ha tenido el hombre, ya lo decía Jorge Luis Borges: la lectura es la mejor de las conquistas del hombre. De tal manera, que llevar la lectura a un niño lo va a convertir en otro ser humano distinto a su padre, que en la mayoría de los casos no sabe leer.

 

¿Qué expectativas tiene el proyecto a futuro, sea premiado o no en el marco de Innovadores de América?
Nuestro objetivo es crecer, crecer y crecer, atender a más escuelas, a más niños, apoyar a muchos maestros y potenciar a más familias. Estamos convencidos que este programa es una herramienta de desarrollo de las regiones desde la lugarización.
De ganar el premio, éste le permitiría a la universidad ampliar más el programa, extenderse y llegar a más escuelas rurales, ya que la institución quisiera poder atender al mayor número posible de alumnos, docentes y comunidades de las escuelas rurales del Valle del Momboy. Ello requiere de presupuesto que el programa en la actualidad no cuenta. Lo que hoy en día es Bibliomulas, ha sido posible por el financiamiento y aporte que hemos recibido de algunos entes externos a la universidad, pero no es un aporte fijo.
Adquirir una mula, sus aperos, las alforjas, pagar el servicio de los promotores comunitarios, de lectura, de los bibliomuleros, requiere de presupuesto, y el premio nos ayudaría muchísimo. No obstante, consideramos que el hecho de haber sido seleccionados como finalistas es un premio, pues eso nos ha permitido que personas en toda Latinoamérica conozcan el programa.
Para obtener el premio es importante la última etapa del concurso, que es la votación online, por eso incito a todo trujillano y venezolano a apoyarnos con su voto, solo dirigiéndose a nuestra página web www.uvm.edu.ve, y en la parte derecha de pantalla buscar el botón que dice “APOYA A BIBLIOMULAS”, solo le tomara unos minutos.

 

¿Qué significa para usted ser finalista del Premio Innovadores de América?
Una enorme responsabilidad, un reconocimiento al trabajo de todo el equipo que participa en este programa, la oportunidad de darnos a conocer en Latinoamérica, y que todos aquellos países que tengas dificultades como las nuestras se enteren que desde una provincia venezolana cuentan con un equipo que esta dispuestos a sembrar a Bibliomulas en cualquier rincón.
El poder con confianza mostrar desde la provincia, soluciones al país.

 

¿El proyecto tiene un portal en Internet?
Actualmente nos apoyamos en las redes sociales, contamos con un blog (http://bibliomulasuvm.blogspot.com/), y con los espacios virtuales de la UVM (www.uvm.edu.ve).