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Debate: evaluación de tutores virtuales |
(@americalearning) Expertos del Instituto de Educación Superior Max Weber, la Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia de la Universidad Nacional Autónoma de México - UNAM, la Facultad de Educación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia – UPCH, la Universidad Galileo, las empresas CUOBIS, Eureca Media - Grupo UOC y Tecnologías del Conocimiento – TDCLA, y el consultor independiente Pedro Garrido, comparten sus puntos de vista y sugerencias sobre un tema crítico, a partir de sus experiencias en México, Guatemala, Argentina, Perú, Chile y España.
Modalidades o métodos de evaluación a tutores virtuales
Es evidente que, dada la facilidad para observar los desempeños que nos brindan los foros, no es concebible una evaluación que no se base en dicho análisis. El procedimiento general es el siguiente: 1) Elaboramos criterios e indicadores de acuerdo al tipo de tutoría de que se trate (nuestras tutorías son proactivas) y tomando en cuenta los roles especificados para el tutor, 2) Sobre la base de la observación del trabajo de los tutores en los foros, realizamos el análisis de sus desempeños aplicando los indicadores, 3) Elaboramos un informe de devolución para los distintos interesados 4) Aplicamos los resultados de la evaluación, en la forma de recomendaciones e instancias de formación, a la mejora continua de los desempeños de los tutores.
El proceso ejecutado implicó las siguientes etapas:
El proceso de evaluación contempló técnicas cuantitativas como, por ejemplo, análisis de:
Como cualitativas, analizando la calidad y nivel de:
Para incorporar a un tutor se realizan variadas instancias, todas son importantes pues nos entregan distintos tipos de información que al reunirlas nos dan el perfil de quien es entrevistado. Para iniciar, la entrevista es fundamental para conocer más directamente a la persona que tienes en frente, una entrevista bien guiada puede darnos mucha información relevante para identificar si el entrevistado se acomoda o no al perfil buscado. Para continuar, una evaluación de redacción y ortografía es precisa para garantizar el tipo de respuesta que sale a cliente, es un punto esencial pues determina la calidad, eficacia y efectividad con la cual se entrega información y solución a un cliente, en cuanto a medio escrito. También contamos con un assesment, que nos permite identificar posibles comportamientos frente a situaciones reales que son recreadas, permitiendo identificar el potencial del entrevistado, pues nos brinda información sobre las aptitudes y habilidades específicas requeridas para el puesto, contemplando una interacción cara a cara, en tiempo real, donde la respuesta debe, e poco tiempo, estar muy bien elaborada.
Otra cosa es que, a través de una plataforma o LMS se dispone de muchos datos de control que permiten guiar y revisar la actividad docente. No olvidemos que un tutor on line tiene dos objetivos, por un lado facilitar la adquisición de competencias y, por otro, dinamizar el grupo con el propósito de despertar y mantener el interés de los alumnos (engage). Por ello es muy importante planificar la actividad, indicar el tiempo máximo de respuesta a las consultas de los alumnos, determinar cuándo iniciamos un debate en el foro, identificar claramente la dinámica de los debates, indicar espacio de tiempo entre la entrega de una actividad y la evaluación de la misma, etc. Así, tenemos una doble valoración del tutor, la que se extrae de las valoraciones de alumnos y la del control de gestión a través de un cuadro de mando. Como en la formación on line nos preocupa especialmente la tasa de abandono, incluso he llegado a asociar una parte de la remuneración al número de alumnos que finalizaron el curso; esa es la mejor indicador de éxito y es un medio totalmente objetivo.
Hemos trabajado en dos sentidos: Por un lado, durante el desarrollo de cada curso se lleva a cabo un seguimiento a cargo de quien realiza la función de la coordinación académica, que si bien no es una evaluación en sí misma, aporta elementos interesantes sobre la forma en la que los asesores establecen comunicación con los participantes, evalúan y retroalimentan a sus estudiantes; incluso es posible conocer frecuencia de sus ingresos a la plataforma. Por el otro, se trabaja a partir de encuestas de evaluación que se aplican a los alumnos de los cursos que se ofrecen a distancia. A través de éstas es posible valorar sus percepciones en cuanto a la relación que han establecido con su asesor, además de que consignan varios aspectos, entre ellos, la participación, el trabajo en grupo, el dominio de los contenidos, la retroalimentación a las actividades desarrolladas y la promoción de un ambiente adecuado y favorable para el aprendizaje. Las encuestas se estructuran a partir de reactivos con una escala de Likert y un par de preguntas abiertas que indagan sobre las fortalezas y debilidades del tutor. Hemos procurado que esta parte de la evaluación se lleve a cabo desde afuera, por otros actores no implicados en el proceso que pueden llevar a cabo el análisis de la información de una manera objetiva. Finalmente, se lleva a cabo un cruzamiento y se entregan los resultados a los asesores de manera individual, con quienes se discuten los elementos para la mejora de su práctica.
1. Rol Pedagógico
2. Rol Social
3. Rol Técnico
4. Rol de Gestión
La importancia del rol de un tutor virtual supone una redefinición de su labor ya que resulta crucial para el éxito de los programas virtuales de aprendizaje, donde el modelo está centrado en el estudiante. De manera que más allá de dinamizar al grupo, asumir funciones de organización, motivación y un ambiente agradable que aseguren que el participante tendrá una experiencia significativa de aprendizaje y construcción colectiva del conocimiento, el éxito se concentra en la creación de comunidad y sentido de pertenencia.
Según lo aprendí en un material de Virtual Educa, la evaluación a un tutor debe hacerse en dos áreas, pedagógica y gestión de calidad:
Ambos archivos, es decir tanto la lista de cotejo para la función pedagógica como el archivo Excel de cumplimiento de informes de gestión de la calidad los manejo en Google Drive y muchas veces los comparto con el equipo de tutores para que vean como están avanzando los grupos.
- ¿La forma de impartir o tutorizar el curso ha facilitado el aprendizaje?
Recomendaciones para desarrollar procesos efectivos de evaluación de tutores virtuales
José Luis Lens Fernández, rector del Instituto de Educación Superior Max Weber: En primer lugar, recomiendo utilizar el método de observación de los desempeños de los tutores en los foros. En segundo lugar, sugiero la planificación de la instancia de evaluación a partir de los siguientes cuatro pasos:
En tercer y último lugar, recomiendo que el monitoreo, la evaluación y las devoluciones sean continuas.
Maricela Ballatore, consultora en Procesos Formativos – CUOBIS: Algunos de errores más habituales que cometen las organizaciones en relación a la tutoría virtual es:
Al igual que en toda situación de medición del desempeño, el primer paso es definir claramente e informar al tutor cuáles serán los criterios con lo que se evaluará su desempeño y los indicadores que formarán parte de esa medición. Del mismo modo, las organizaciones deben ofrecer a los tutores capacitaciones previas que le permitan desarrollar las habilidades necesarias para desempeñarse en el espacio virtual antes de asumir la responsabilidad.
Pedro Garrido, e-Learning Specialist: Es habitual que el alumno no sea objetivo con la labor del tutor y valore en este apartado otros aspectos como la calidad de los contenidos, el tiempo de respuesta del departamento de soporte, etc. A la hora de elaborar un cuestionario de calidad habría que incluir los apartados que fueran necesarios para que el alumno valore únicamente el trabajo de los tutores. En ocasiones me he encontrado que se utilizaba el mismo cuestionario que para la formación presencial. Otra recomendación sería no esperar al final para conocer la valoración del alumno sobre el tutor. Sería partidario de incluir valoraciones intermedias para que sea posible llevar a cabo acciones correctoras durante el curso. Dentro de estas acciones correctoras se incluye el cambio de formador. También sería conveniente que en cada acción formativa existiera siempre la figura del Coordinador o Jefe de estudios para supervisar la acción del formador respecto al tiempo de respuesta a los alumnos (tanto a través de mensajería como en foros), recursos adicionales que proporciona, aclaraciones adicionales o ejercicios de refuerzo que propone sobre los contenidos más difíciles de entender, etc.
Paulina Pino Fuentes, Psicóloga Organizacional y Directora de Proyectos de TDCLA. S.A. Chile: Realizar evaluaciones más complejas y destinarles el tiempo correspondiente, logrando que abarquen distintos aspectos, pues nos permiten evidenciar las competencias del entrevistado y no quedarnos sólo con verificarlas por lo que pueda decir su experiencia en un curriculum o bien lo que nos dicen los títulos adquiridos. Evidenciar, verificar y comprobar durante un proceso de selección nos permite incorporar a mejores colaboradores a nuestra Organización.
Toni Ramos, director de Operaciones Eureca Media - Grupo UOC: De la respuesta anterior, y aparte de las encuestas de satisfacción, podemos inferir las siguientes recomendaciones:
Rosario Freixas, directora de Desarrollo Educativo - Coordinación de Universidad Abierta y Educación a Distancia - Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM): La primera recomendación es que se lleve a cabo. Pareciera obvio pero no lo es. Habitualmente se desarrolla a partir de encuestas a los estudiantes que nos arrojan resultados cuantitativos y se queda en el plano de la medición. La forma óptima para mejorar es evaluando y evaluar implica la valoración de la práctica, es decir, no puede centrarse únicamente en escalas, que si bien son un insumo importante, deben acompañarse de interpretaciones y análisis de tipo cualitativo así como de juicios de valor. Esto adquiere particular importancia si se orientan a una autoevaluación que permita que el implicado, el asesor, tome conciencia y decisiones para su mejora. Otra recomendación que yo haría es que la evaluación docente (de asesores, tutores o profesores) debe ser un proceso abierto. Esto quiere decir que debe llevarse a cabo desde el inicio del programa, con criterios claros y conocidos por todos los actores. De igual forma, es necesario que los resultados sean conocidos y discutidos con los implicados. Esta es una condicionante de otro principio básico en la evaluación de profesores: su orientación hacia la mejora de los procesos de manera sistemática y permanente. Por otro lado, es recomendable que la evaluación tenga consecuencias. Si bien no necesariamente asociada a estímulos o acciones punitivas, sí debe reflejarse al menos, en el compromiso para realizar los ajustes necesarios a la práctica de la tutoría. En cualquier caso, lo importante es la retroalimentación, de nada sirve la evaluación si no tiene un sentido de ida y vuelta, si no está orientada a la mejora de los procesos y de las prácticas que se llevan a cabo. La ventajas que dan los ambientes educativos en línea, soportados por plataformas tecnológicas para la evaluación de la práctica de la tutoría son muchas: El trabajo que se genera se encuentra en una caja de cristal, donde a diferencia del aula presencial, los procesos, las interacciones y las informaciones quedan registradas y esto da cuenta del historial del curso y del trabajo que el asesor lleva a cabo. Adicionalmente, permiten la distribución y procesamiento automático de encuestas de fácil aplicación. Con esto, el ambiente de la educación en línea, permite llevar a cabo múltiples procesos que van mucho más allá de la enseñanza y el aprendizaje mismos, facilita la gestión y con ello, los procesos de evaluación de la tutoría.
Miguel Morales, director del Área de e-Learning de la Universidad Galileo: Es muy común ver que los tutores son evaluados únicamente por el aspecto cuantitativo; por cantidad de respuestas que brinda el tutor o por el tiempo que demora en responder una pregunta. Es importante que consideremos aspectos de socialización, generación de comunidad, forma de dirigirse al grupo y otros elementos que garanticen el éxito de una implementación y la reducción del porcentaje de deserción. Para mí, uno de los aspectos que son difíciles de replicar en la virtualidad, es la convivencia y comunicación que puede existir en un salón presencial.
Gisselle Antuanet Castro Velasquez, jefa de la Unidad de Educación Virtual de la Facultad de Educación de la Universidad Peruana Cayetano Heredia (UPCH):
Febrero 2014
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