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Crece la intención de cursar online carreras o cursos universitarios, pese a los prejuicios de algunos estudiantes en relación a la modalidad virtual. Expertos de América y España opinan sobre un fenómeno en ascenso.

(@americalearning #elearning #learning) En una encuesta desarrollada por Universia y Trabajando.com, el 18% de los participantes reveló haber estudiado una carrera a distancia, mientras que el 41% no lo hizo todavía pero dice que está entre sus planes. Es decir, que casi el 60% ha cursado estudios o pretende hacerlo a través de esta modalidad.

13 especialistas de Colombia, Paraguay, Venezuela, Estados Unidos, México, Perú, Argentina y España, analizan la tendencia.

Susana López, directora de e-learning en Universidad Autónoma de Asunción (Paraguay): Al respecto creo que aún existen ciertas dificultades tecnológicas (falta de computadora o de acceso a Internet), si bien se observa una notable mejora en la disponibilidad de los equipos informáticos y de opciones en cuanto a los planes de internet, por las mejoras en los precios y tarifas que disminuyeron en los últimos tiempos. También la duda se da precisamente ante el mito que mencioné en el anterior punto, cuestionándose el interesado que eventualmente una carrera a distancia no tenga el mismo peso o reconocimiento, a la hora de postularse para un puesto laboral. Sin lugar a dudas cabe reconocer, al mismo tiempo, que -en forma paralela- existen malas experiencia, que en toda práctica humana siempre ocurren, de alumnos que no tuvieron un retorno de parte de su tutor a la hora de necesitar aclarar consultas con él y que se sintieron abandonados en la virtualidad.

William Colmenares, Vicerrector Administrativo en Universidad Simón Bolívar (Venezuela): Si la encuesta hubiese preguntado si habían tomado algún curso en línea ese número hubiera sido mucho mayor. A pesar de la apreciación de poco valor de la educación virtual, las ventajas de los cursos virtuales no presenciales sobre los cursos presenciales es muy clara, sobre todo para los cursos de formación continuada o de postgrado, para personas con limitaciones de horario o de locación geográfica. Por ello, en la medida en la que más instituciones de alta calidad enriquezcan su oferta de esos programas y con su reputación vayan venciendo los prejuicios existentes, serán muchos más los que tomen cursos y carreras en la modalidad no presencial.

Por otro lado, las acreditaciones también sufrirán muchos cambios y para los que están más interesados en una formación más específica, por cuestiones de interés o pasión, verán mayores posibilidades de obtenerla en la educación virtual que en la presencial. Para esos es mucho menos importante el prejuicio de la calidad.

Mónica Luque, directora de ACE - Advanced Continuing Education del Consorcio Iberoamericano para la Educación en Ciencia y Tecnología – ISTEC (Estados Unidos): Si analizamos la evolución reciente y el estado actual de la educación a distancia en América Latina, podremos observar que el crecimiento de la matrícula ha sido muy importante en esta modalidad. Comenzó a desarrollarse hacia 1993-95 en países como Argentina, Brasil, Colombia, Chile y México tomando apenas un 0,5% de la población estudiantil universitaria para escalar luego al 13% en 2008 y, más tarde, hasta alcanzar aproximadamente el 20% en 2013. Algo similar ha ocurrido en el resto de Iberoamérica con los condicionantes que se deducen de las condiciones de accesibilidad. Pero en términos de tendencia, es evidente que la educación a distancia despierta interés y cada día se torna más popular. De hecho, veamos lo que ha ocurrido con los MOOCs en el corto trayecto de los últimos 5 años: la masividad que han alcanzado, más allá de los resultados obtenidos, nos muestra que existe una multitud de personas dispuestas a incorporarse y a experimentar la educación a distancia mientras que las instituciones, también se encaminan en esa misma línea de acción.

Gustavo Infantino, director Grupo CAMPUS Latam (Argentina): Me parece que los números están reflejando una clara tendencia del crecimiento en la elección de la modalidad distancia, que es totalmente lógico en el escenario actual. Si hoy nuestras transacciones bancarias las hacemos mayormente por Internet, compramos y vendemos online, planificamos un viaje desde una computadora, nos hablamos, vemos, compartimos fotos, videos e inclusive conocemos pareja por las redes sociales, todo ello con total legalidad y eficacia ¿cómo pensar que no podemos aprender, capacitarnos y obtener una certificación universitaria en la modalidad virtual?

No pensemos sólo en nosotros, que arrastramos prejuicios de haber estudiado, comprado, planificado un viaje y conocido a nuestra pareja en modalidad presencial. sino en las personas que nacieron a partir del Y2K y que en breve estarán terminando el nivel medio. Para ellos un llamado telefónico no es mejor que un chat por facebook. Es otra opción, igual de válida. Lo mismo sucederá con las modalidades educativas.

Toni Ramos, director de Operaciones Eureca Media - Grupo UOC (España): Me parece una cifra espectacular que viene a corroborar que las cosas están cambiando. Evidentemente no podemos hacer balance si no comparamos los datos de años anteriores y así poder constatar cambios de tendencia, aún así me parecen cifras muy positivas.

También sería interesante saber las motivaciones que empujan a estas personas. Es decir, si lo contemplan porque no tienen muchas más alternativas o porque realmente creen que el programa formativo y los objetivos de un curso en e-learning encajan mejor en relación a sus intereses y/o para cubrir sus necesidades.

Lo que está claro es que el e-learning nos abre muchísimas posibilidades, tanto para acceder a una oferta formativa que quizá no encontramos en nuestro entorno cercano, como para considerar la formación en centros de prestigio internacional e incluso completar itinerarios formativos a partir de la especialidad concreta de cada institución.

Elías Said, director del Observatorio de Educación del Caribe Colombiano –OECC- Universidad del Norte (Colombia): Pese a los vacíos o percepciones negativas que pueden haber alrededor de este tipo de modalidad de aprendizaje, existe una masa crítica que demandaría este tipo de estudios, si se les diese respuesta a los puntos mencionados en la anterior pregunta, por ejemplo.

Luis Lombardero, Consultor eLearning y ex director General de Bureau Veritas Centro Universitario (España): El traspaso de estudiantes de la modalidad presencial a la modalidad virtual es  una tendencia en aumento que entiendo se debe a varios factores:

• El avance de la tecnología del aprendizaje que cada vez permiten una enseñanza y una relación más personalizada a través de la tecnología.

• Los cambios de las capacidades cognitivas que se están  produciendo en los jóvenes por el uso intensivo de las tecnologías.

• Una importante reducción de costes y la eliminación de traslados geográficos.

• El aumento de la oferta especialmente en posgrado, en España el 34% de los másteres que ofrecen las universidades son en modalidad eLearning, y son los que tienen un mayor número de alumnos.

Como ejemplo de la influencia de la oferta, comentar que el Ministerio de Trabajo de España acaba de regular que más de 250 títulos oficiales de Certificados de Profesionalidad se puedan cursar en modalidad eLearning. Se calcula que esto supondrá la trasferencia a esta modalidad de más de un millón de alumnos al año.

Marcos Cardozo Horcasitas, administrador Blackboard y Administrador Red Institucional de Videoconferencia en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo – UAEH (México): Estamos aun acostumbrados a la forma presencial de aprender, pero estamos comenzando también un tiempo donde la mezcla de las forma de aprendizaje van cambiando y estamos aceptando más el trabajo en línea.

El acceso a las instituciones de educación superior es cada vez mas difícil ya que existe una gran demanda por acceder a una carrera profesional, y la forma en que podemos satisfacer esta demanda es la educación a distancia y virtual, ¿como lograremos esto?, convenciendo a los aspirante mediante programas de calidad que permitan esta igual o mayormente preparados al momento de egresar, mucha de la negativa de un programa a distancia esta basado en las frases: No es lo mismo, como voy a aprender en menos tiempo lo que los demás hacen en x años, esto genera desconfianza, pero es parte de nosotros lograr esa confianza con los estudiantes.

En la actualidad muchos de los profesionistas buscan seguir aumentando su conocimiento, preparándose más ya que son requerimientos esénciales en el campo laboral, y los posgrados son el siguiente escalón, lo cual hace que las maestrías y doctorados en línea sean muy concurridos, esto por la forma de poderse cursar, ya que no afectan nuestro tiempo laboral, esto hace muy atractivo el seguir estudiando.

Por ello la diferencia entre estudiar una carrera universitaria y estudiar un posgrado online, ya que los alumnos universitarios aun siguen teniendo tiempos que les permiten realizar múltiples actividades lo que un profesionista en el campo laboral no por ello acuden a la educación virtual o a distancia. Ello nos demuestra que nuestra sociedad Latinoamericana va aceptando poco a poco este tipo educación.

José Rey Villacorta, presidente en AULA VIRTUAL (Perú): Que hay una esperanzadora expectativa (41%) pero un impacto real aún pequeño (18%) y debemos preguntarnos ¿qué causas están impidiendo que ese 41% tome su decisión y que hacer para lograrlo?, podría referirse a costos muy altos, desconocimiento de la modalidad, oferta inadecuada, falta de prestigio institucional, percepción negativa sin conocimiento, etc. hay una tarea de analizarlo en cada contexto y realidad.

Jesús Salinas, profesor e investigador de la Universitat de les Illes Balears (España): Las distintas modalidades que flexibilizan de alguna forma condicionantes de espacio, tiempo, ritmo, etc… cada vez están más valoradas como respuesta a necesidades de formación en una sociedad donde las posibilidades comunicativas y las experiencias de aprendizaje son cada ver más variadas, difuminadas en las actividades que desarrollamos en la red y embebidas en el trabajo, en la vida y en el ocio. Considero que las personas que han disfrutado de una formación inicial convencional cada vez son más proclives a continuar la formación en algunas de estas modalidades llámense a distancia, o con cualquiera de los términos con que nos referimos a las experiencias de formación que se apoyan total o parcialmente en las tecnologías de red.

Antonio Gutiérrez Hernández, director de Tecnología de Universidad Mexicana en Línea – UmeL (México): Estoy de acuerdo con los porcentajes, las personas y las empresas cada vez más buscan atender sus necesidades de formación de manera flexible, la formación en línea permite esto y más. La revolución tecnológica nos irá llevando a incrementar este porcentaje de manera natural, lo que tenemos que hacer los que estamos en el sector de la educación en línea es fortalecer nuestros programas con herramientas colaborativas que permitan el intercambio de experiencias y creación de conocimiento. En la Universidad UMeL tenemos la firme convicción de que el alumno es el centro de nuestro modelo educativo y desarrollamos programas de auto estudio y ambientes colaborativos que giren en torno a nuestro alumnado permitiendo esta generación de contenido aprovechable.

José Francisco Álvarez, Catedrático de Lógica y Filosofía de la Ciencia de la Universidad Nacional de Educación a Distancia – UNED (España): En mi opinión refleja una tendencia que resulta imparable. Es como preguntar si vamos a seguir escuchando música en una cinta cassette o vamos a encontrarla en  Internet y reproducirla por cualquier aparato digital conectado. Lo sorprendente es que aún quede un 41% que ni ha estudiado online ni a distancia, ni parece expresar intención de hacerlo. Habrá que darles tiempo, pues la transición hacia una sociedad híbrida plena está en marcha.

Carlos Vera Abed, administrador de plataforma virtual en Facultad de Arquitectura, Universidad Nacional de Asunción (Paraguay): Es interesante la respuesta de ese 41% que expresa que está entre sus planes; quiere decir que al menos, estadísticamente, no rechaza la posibilidad, lo cual es también positivo para la modalidad. Refiriéndome de nuevo a mi país, lo que podría extrapolarse de alguna manera a los demás iberoamericanos, al ir creciendo la oferta de este tipo de capacitación y también de la utilización del recurso, se ha ido dando mayor participación de los actores de la comunidad educativa. La demanda por capacitación en el uso de las TIC por parte de los docentes ha ido creciendo cada día más, ya sea incentivada por las instituciones como por las circunstancias que obligan a una mejor preparación ante las exigencias de los mismos estudiantes y por la presencia de las nuevas tecnologías en todos los ambientes, entre ellos el del aula.

Fecha de publicación 3 de julio 2013