Innovación
Las universidades están llamadas a desarrollar modelos de discurso nativamente digitales

Learnovation Day IV reunió las más recientes perspectivas del uso de las tecnologías en el campo de las humanidades. Teatro clásico, industria editorial, universidades y museos, a través del prisma de la revolución digital.

 

(@americalearning #elearning #learning) Hoy no se concibe el ocio, la ciencia y la comunicación sin la utilización de herramientas digitales, electrónicas o virtuales. En este proceso de cambio, Learnovation Day IV quiso analizar de la mano de expertos internacionales, la transición hacia esta evolución de la cultura en la que conceptos como el de las Humanidades Digitales, plantean cuestiones básicas para la preparación del individuo o de las ciencias a esta nueva situación.

 

 

"Cuando hablamos de humanidades digitales hablamos de un universo donde el modelo interactivo es fundamental y en donde los humanistas digitales nos definimos como diseñadores de la cognociencia que utilizamos el espacio público como esfera para nuestra investigación que ahora mismo, es un modelo híbrido”, explicó el Director del Metalab de la Universidad de Harvard, Jeffrey Schanpp, en el marco de la jornada.

 

Las Humanidades Digitales juegan un papel inaugural en lo que respecta a un mundo en el que, no siendo ya los únicos productores, administradores y diseminadores del conocimiento o la cultura, las universidades están llamadas a desarrollar modelos de discurso académico nativamente digitales.

 

“Si un médico del s.XIX entrara a un quirófano ahora mismo no sabría dónde está ni lo que hacer, si fuera un profesor de universidad, hoy estaría como pez en el agua. Esto es un problema. Para que la gente aprenda español se necesitan herramientas rápidas, efectivas y cuantificables como el sistema Correct Me que permite la corrección de textos”, subrayó Jim Lawley, profesor de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED).

 

Las nuevas estrategias digitales rompen estereotipos y reformulan conceptos del aprendizaje lineal a diferentes fórmulas digitales más integrales e innovadoras. En este sentido, Helena Díez-Fuentes, socia fundadora y CEO de Touch of Classic -una startup especializada en la elaboración de aplicaciones ilustradas e interactivas para niños basadas en los clásicos universales-, advirtió que “los niños no son tontos, también aprecian la calidad de los productos culturales. Por eso, el futuro está en que ellos mismos puedan crear sus propios contenidos de manera personalizada”, explicó.

 

A partir de los conceptos expresados en Learnovation Day IV, consultamos a dos de sus ponentes, Helena Díez-Fuentes y Jim Lawley, sobre algunos aspectos centrales en las perspectivas del uso de las tecnologías en el campo de las humanidades.

 

¿Responde el actual modelo educativo a estructuras actuales o a otras más propias de la revolución industrial?

Helena Díez-Fuentes: El actual modelo educativo no responde en general a estructuras actuales.

De hecho, algunos aspectos siguen manteniéndose igual que en la edad media como el sentar a los niños en filas y columnas delante del profesor y la pizarra.

El modelo tiende a estandarizar a los niños y prima unas cualidades muy selectas, principalmente la matemática y el idioma, y sin embargo no presta importancia a cualidades como la creatividad.

Hay que cambiar muchas cosas, de forma y de fondo, y encontramos que lo lógico es empezar por las prioridades.

 

Jim Lawley: Se ha dicho que si un médico del siglo XVIII se encontrara en un quirófano del siglo XXI, no sabría dónde está y no entendería lo que está pasando. Mientras que si un maestro del siglo XVIII se encontrara en un aula del siglo XXI, sabría perfectamente dónde está y entendería perfectamente lo que está pasando. Sin embargo, hay indicios de que este panorama está cambiando. Y sospecho que cambiará de dos maneras: primero lentamente y luego rápidamente…

 

¿Está adaptado el actual modelo educativo a la nueva era digital e interconectada?

Helena Díez-Fuentes: Muy poco. Como es lógico cada vez más colegios e instituciones relacionadas con el mundo de la educación y la enseñanza comienzan a adaptarse a la era digital e interconectada. Como en otras ocasiones, a España se han adelantando países como USA, el Reino Unido y los países del norte de Europa sin hablar de Asia. Deberíamos aprender y seguir su ejemplo y no dormirnos en los laureles porque esta nueva era es una realidad y el que no se suba a este barco, se ahogará.

Jim Lawley: No. En el campo de estudio en el que trabajo, la enseñanza de idiomas, los primeros pasos han sido algo precipitados, y los resultados poco satisfactorios. El proceso recuerda de alguna manera el optimismo con que se presentaron los laboratorios de idiomas en el década de los años sesenta. Las nuevas tecnologías pueden dar mucho más de sí: deben ofrecer ayuda que ni los libros ni los profesores pueden ofrecer.

Un ejemplo es CorrectMe un corrector gramatical para estudiantes del español como lengua extranjera. Los estudiantes escriben libremente sobre cualquier tema y CorrectMe les dicen dónde tienen errores mediante un análisis de frecuencia contrastando las redacciones con un corpus lingüístico amplio. Un libro no puede hacer algo así. Un profesor con veinticinco estudiantes puede hacerlo en algunas ocasiones pero no constantemente ya que se puede tardar quince minutos en corregir cada redacción. CorrectMe permite a los estudiantes detectar y corregir sus errores todas las veces que quieran y esto es muy positivo porque los errores son oportunidades para aprender.

 

¿La revolución digital afecta por igual a todos los ámbitos culturales y educativos?

Helena Díez-Fuentes: Sin duda. Precisamente tenemos que aprovechar los recursos y posibilidades que la tecnología e instrumentos digitales nos ofrece para hacer que la cultura y la educación llegue a más gente, de forma más sencilla y barata. Por ello, en Touch of Classic nos hemos especializado en hacer llegar los clásicos universales de los mayores a niños y familias que puedan acercarse a los mismos sin miedo, a través de las plataformas digitales que tanto atraen a los más jóvenes y utilizando contenido de gran calidad, adaptado a diferentes edades y con ilustraciones, textos, juegos y acertijos interactivos con diferentes niveles de dificultad.

Jim Lawley: Creo que afecta o afectará profundamente a todos los ámbitos educativos y muchos de los culturales de maneras sorprendentes. Las nuevas tecnologías avanzan rápidamente pero para sacarles el máximo rendimiento hace falta sobre todo imaginación y creatividad pedagógicas.

Con demasiada frecuencia se intenta que las nuevas tecnologías hagan cosas que ya hacen los libros y/o los profesores; hay que pensar de forma innovadora y más allá de los parámetros convencionales.

También existe cierta obsesión con la gamificación; es algo paternalista pensar que solo se estudiará si se dulcifica la pastilla. Muchos estudiantes son muy serios y lo que quieren no son juegos que les hagan perder el tiempo sino aprender de la manera más rápida y directa posible: porque luego empieza lo realmente entretenido…

 

Fecha de publicación 3 de julio 2013