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¿Podremos seguir construyendo conocimiento socialmente válido, que tenga la intención de ser “objetivo” y reconocido por un gran número de personas?

Silvia Pérez Sisay, especialista en gestión del conocimiento y entornos virtuales

Si repasamos el avance en innovaciones tecnológicas dedicadas a temas de formación, podemos concluir que el concepto de e-learning 3.0 es una de las grandes novedades, cuyo impacto cambia las reglas de juego en la formación.

Si bien estas son innovaciones basadas en tecnologías específicas, el impacto más fuerte esta dad por la forma de relacionamiento entre las personas involucradas que promueven.

El concepto de 3.0 quita definitivamente, del centro a un docente que sabe y debe enseñar aquello que sabe.

Se trata de aprender a través de la experiencia, donde quien aprende elige como se constituye este proceso.

Esto no implica la muerte de la figura del enseñante, sino, muy por el contrario, la ubica en un lugar mucho más desafiante. Ya no se trata de revisar qué s enseña, sino como se construyen experiencias que lleven a lograr un salto cualitativo en el campo del conocimiento que se trate.

Si a esto le sumamos recursos tales como la realidad aumentada, llegamos a la conclusión que quien realmente tenga deseos de promover espacios de aprendizaje en la web, tendrá que sacarse el saco de persona que sabe mucho y transformarse en un “experimentador” de todo aquello que la web ofrezca. Desde este lugar, la posibilidad de construir nuevos espacios de conocimiento, está directamente ligado a  la propia experiencia y lleva a capitalizar todo aquello que implique el salto desde el concepto de universo virtual a “multiversos virtuales”

Las innovaciones nos permiten abrir nuevas puertas. Las que se nos abren en este momento refieren a proponer experiencias enriquecidas y enriquecedoras.

La posibilidad de captar la multiplicidad de universos disponibles, lo que permite hablar de multiversos, es la novedad respecto de cómo crear instancias de aprendizaje efectivas y sólidas. 

Si pensamos en términos de avances tecnológicos específicos, la web relacional aun en su versión 2.0 crea un impacto tan fuerte respecto a los modelos tradicionales de enseñanza y aprendizaje que lleva a repensar no sólo como nos vinculamos, sino como creamos nuevos conocimientos.

Las innovaciones tecnológicas aplicadas a la educación nos llevan a la gran pregunta ¿Podremos seguir construyendo conocimiento socialmente válido, que tenga la intención de ser “objetivo” y reconocido por una gran numero de personas?

Desde mi perspectiva, entiendo que esto no es posible y que, la innovación más grande por la que debemos transitar es el cambio de nuestra propia mirada, generando nuestras propias experiencias que nos lleven a integrar estas innovaciones como base para la transformación  y el enriquecimiento en términos de procesos.

La realidad aumentada, tal como su nombre lo indica, nos lleva a revisar qué es lo que necesitamos aumentar para que la experiencia de aprendizaje sea valiosa. Basados en el mismo concepto que la desarrolla, debemos buscar como aumentar nuestra realidad como educadores para capitalizar los que estas innovaciones nos brindan como recursos.