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¿Qué desafíos tecnológicos tiene la educación en el siglo XXI? ¿Cuáles serían las estrategias a implementar para poder resolver estos retos? ¿Qué innovaciones tecnológicas tendrán más impacto en el ámbito educativo durante los próximos años? Entrevista al experto hispano-venezolano Elias Said Hung.

(@americalearning) En el marco de la octava edición del Simposio ‘Las Sociedades Ante el Reto Digital’, que se celebrará en la Universidad del Norte el 19 y 20 de marzo del 2015, tendrá lugar la mesa de trabajo inaugural denominada ‘Retos tecnológicos de la sociedad contemporánea en el siglo XXI’.

Entrevistamos a uno de sus ponentes, Elias Said Hung, director del Observatorio de Educación-IESE de la Universidad del Norte y también director del Simposio ‘Las Sociedades ante el Reto Digital’, para consultarle sobre los desafíos tecnológicos actuales.

¿Cuáles son los retos tecnológicos de la sociedad contemporánea en el siglo XXI?

Elias Said Hung, PhD: Creo que el principal aporte es intentar sacar un mayor provecho de las potencialidades que brindan las TIC a favor de la reducción de la pobreza. Para ello, necesitamos avanzar en la promoción de la cultura del Open Data, así como la aplicación del Big Data en sectores estratégicos públicos o sociales, con el fin de hacer uso de la ingente base de datos dispuestas desde nuestros Estados para la aplicación de políticas públicas más efectivas, en los diferentes sectores sociales y áreas de acción (Salud, Educación, Economía, entre otras).

¿Qué desafíos tecnológicos tiene la educación en el siglo XXI?

Ya a nivel educativo los retos vinculados a lo antes expuesto estarían encaminados, desde mi punto de vista, a:

- pasar de una vez por todas la visión instrumental de la tecnología

- garantizar los niveles de competencias requeridos para un uso efectivo de los datos (Open Data) y de todas las ventajas que traen consigo los avances tecnológicos en la actualidad, tanto en docentes como en estudiantes

- garantizar un aumento de los niveles de aprovechamiento de las TIC en actividades de enseñanza-aprendizaje, desde la promoción de modelos orientados a tales fines, desde los escenarios educativos.

¿Cuáles serían algunas de las estrategias a implementar para poder resolver estos retos?

Creo sinceramente que el tema ya no pasa solo por que el Estado se centre en políticas de inclusión tecnológica desde la dotación de infraestructura, ni generando procesos formativos técnicos/instrumentales en los docentes; sino que se requiere:

• una nueva generación de políticas públicas aplicadas, a favor de la formación sustantiva de los docentes;
• la vinculación de la comunidad en el proceso de inclusión de la tecnología, en el proceso de formación de los estudiantes;
• mejorar los entornos institucionales para el reconocimiento de la labor de los docentes en la formación de los ciudadanos;
• y garantizar la aplicación de modelos ajustados a las realidades de cada país para los fines antes expuestos, como por ejemplo, el que estamos avanzando desde el Observatorio de Educación para el fortalecimiento de las TIC en el sector educativo colombiano.

¿Cuáles son los obstáculos que se deberían resolver para consolidar estas iniciativas?

Solo doy cuenta de algunos obstáculos que estimo.

• En primer lugar,  garantizar una estabilidad en el proceso de renovación de la infraestructura existente en los escenarios de enseñanza.
• En segundo lugar, garantizar un modelo de promoción y uso efectivo de las TIC que se ajuste a las realidades y condiciones existentes en cada país.
• En tercer lugar, garantizar los mecanismos de formación efectiva dirigida a los docentes, para que se haga el uso efectivo de las TIC en el aula.
• Y en cuarto lugar, avanzar en el proceso de integración de las TIC como competencia requerida en el proceso de renovación de la planta docente dispuesta en los diferentes sistemas educativos.

¿Qué innovaciones tecnológicas tendrán más impacto en el ámbito educativo durante los próximos años?

Creo sinceramente en el movimiento Open Data y su potencial impacto en el ámbito educativo. Cuando podamos aplicar Big Data al interior del proceso educativo, contaremos con insumos suficientes para poder hacer propuestas más efectivas y evaluar su impacto en tiempo real.