Opinión
No basta con recetas y abundancia tecnológica

Análisis sobre la complejidad de la Educación a Distancia, que insta a profundizar y tratar de llegar a sus raíces, con propuestas teóricas explícitas que puedan discutirse y vayan ampliando su grado de consenso científico.

 

por Lorenzo García Aretio (Titular de Cátedra UNESCO de EaD, UNED)*

 

En un artículo anterior publicado en mi Blog, titulado "Educación a distancia, o qué", hacíamos mención a las diferentes formas de entender el fenómeno de la educación a distancia (EaD). Ni siquiera existe un generalizado consenso sobre su más adecuada denominación. Somos partidarios de que los estudiosos, teóricos, pensadores e investigadores sobre estos temas, dediquemos parte de nuestro tiempo a estas reflexiones, al estudio de los fundamentos, de las teorías, de los principios pedagógicos en donde se asientan estas formas de enseñar y aprender.

 

Quien duda de que en todos los campos del saber se reconoce la importancia de los fundamentos teóricos para un desarrollo sólido de las realizaciones prácticas. No se puede avanzar, en nuestro caso en educación a distancia, si nos limitamos a mostrar sólo experiencias sobre qué es o cómo se hace o utiliza acá, allá o acullá una herramienta, un curso, una experiencia. No podemos limitarnos a mostrar datos descriptivos, perfiles, resultados sobre la experiencia, etc., aunque todo eso sea bueno para describir una realidad y, quizás, en algunos casos, para explicarla. Tenemos que profundizar, tratar de llegar a las raíces, conocer la estructura, componentes, etc., el qué, el cómo, el cuándo, el por qué y para qué.

 

Han de hacerse propuestas teóricas explícitas que puedan discutirse y vayan ampliando su grado de consenso científico. Esa sería la garantía de éxitos y avances en los nuevos sistemas de enseñanza y aprendizaje digital.

 

El esfuerzo por realizar reflexiones teóricas consistentes en el campo que nos ocupa, viene justificado porque éstas nos ofrecerán ámbitos de análisis y sugerirán problemas e hipótesis que permitirán continuar avanzando en la investigación como instrumento para la generación de nuevos fundamentos teóricos que suplan o complementen a los anteriores. Y siempre tomando las realizaciones prácticas como bases de nuestro análisis y como objeto último de mejora tras la construcción teórica. Necesitamos fundamentos teóricos sólidos que muestren los conocimientos de este campo perfectamente organizados y relacionados sistémicamente, que nos ayuden a entender un mismo lenguaje, que nos muestren caminos para futuras investigaciones, etc.

 

Somos conscientes de que nos movemos en un campo, el de la educación a distancia, que muestra un núcleo y unos perfiles más complicados que la educación convencional plasmada en la relación física cara a cara. Sabemos de la dificultad de determinados análisis y prácticas incluso en entornos educativos presenciales y reconocemos también la existencia de ofertas educativas a distancia con baja o nula calidad. Sin duda, es inviable trasladar el diseño de una acción formativa presencial tal cual a un entorno a distancia, como se ha pretendido en muchas ocasiones. Esto sólo nos habla del desconocimiento de la educación a distancia por parte de esos promotores y explica los fracasos producidos en muchas de estas propuestas. Igualmente sabemos que planificar y desarrollar acciones educativas a distancia, no resulta sencillo, y ello porque nos enfrentamos a un ámbito que podríamos definir como:
• Emergente. Aunque cada vez menos (la EaD tiene siglo y medio de vida). Sin embargo, las novedades son constantes por la la necesidad de la permanente integración tecnológica, a la vez que la modalidad va consolidándose progresivamente en sus conceptos, estructuras, principios y posibilidades.
• Complementario a los esquemas presenciales, que no contrapuesto como algunos pretenden.
• Complejo por los numerosos agentes y componentes que han de intervenir en su diseño, desarrollo y evaluación.
• Difícil, al exigir equilibrar y armonizar las numerosas corrientes y todos y cada uno de los múltiples elementos intervinientes.
• Heterogéneo en sus manifestaciones, por la diversidad de propuestas, formulaciones y tipos de educación a distancia que hoy aparecen como tales o con otros nombres que nosotros integramos en el genérico de educación a distancia (véase post citado al inicio).
• Problemático, con bases múltiples, por la cantidad de campos del saber que inciden en esta modalidad, tales como la pedagogía, la psicología, la tecnología, la informática, la sociología, la economía, la política, etc. 
• En permanente y rápida evolución, crecimiento y despliegue que complica todo lo anterior al exigir constante adaptación a los nuevos avances, sobre todo tecnológicos, tanto desde la perspectiva institucional, como desde la organizativa y pedagógica de docentes y estudiantes.

 

Reitero que por todo lo señalado, no bastan las recetas que tantos buscan. En ningún caso las recetas culinarias, aunque sí podríamos usar la receta médica emitida tras un buen diagnóstico.

 

Por otra parte, la abundancia tecnológica en muchos casos, más que aclarar puede llegar a confundir, sobre todo a aquellos que están ávidos para aplicar siempre la última tecnología que les llega.

 

Así, la abundancia tecnológica, la sobresaturación informativa, la singularidad y variedad de estas formas de enseñar y aprender, exigen rigor, estudios, competencia profesional, en suma, a la hora de implementar proyectos educativos basados en propuestas de educación a distancia, sean del corte que fueren

 

Fuente: http://aretio.blogspot.com/2012/02/no-basta-con-recetas-y-abundancia.html


*Lorenzo García Aretio es Catedrático de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de España - UNED, Decano de la Facultad de Educación y Titular de Cátedra UNESCO de EaD.